GUANTÁNAMO, Cuba. ─ Este 4 de octubre se cumplen 170 años del nacimiento del Mayor General del Ejército Libertador (EL) Francisco Carrillo Morales, natural de la villa de San Juan de los Remedios, antiguo departamento de Las Villas.
Carrillo participó en las tres guerras por nuestra independencia y, a diferencia de otros héroes que recibieron altos grados militares y apenas se incorporaron a la lucha debido a su ascendencia económica o política, se unió a los mambises en enero de 1869 como subordinado al mando del Mayor General Salomé Hernández, otro héroe independentista poco conocido.
Fue uno de los alumnos más aventajados de la academia militar que fundó en plena manigua el Mayor General Ignacio Agramonte, quien, en reconocimiento a sus excelentes calificaciones, le obsequió un revólver como estímulo, precisamente un día antes de que el célebre jefe camagüeyano cayera en combate.
Luego de la muerte de Ignacio Agramonte, Carrillo pasó a ser subordinado del nuevo jefe militar de Camagüey, el Mayor General Máximo Gómez. En esa etapa se destacó en el ataque a Santa Cruz del Sur y fue herido durante el segundo combate de Jimaguayú. En 1873 también participó en los combates de La Sacra, Palo Seco y en el de Las Guásimas.
En 1874 recibió la orden de trasladarse a la provincia de Las Villas, siendo ascendido a comandante. En septiembre de ese año, al frente de 30 hombres, atacó el fuerte de Tetuán, cerca de su villa natal y también participó en los combates de Corojal, Hondones, Sancti Spíritus y Remedios.
En junio de 1875 fue ascendido a Teniente coronel y en octubre de 1877 a coronel.
Luego de concertado el Pacto del Zanjón y siendo parte de las tropas del general Carlos Roloff, depuso las armas.
Francisco Carrillo Morales fue uno de los organizadores de la Guerra Chiquita en Las Villas y se alzó en Remedios el 9 de noviembre de 1879. En ese sentido, estuvo entre los patriotas cubanos más activos de esa contienda, con acciones militares en Ingenio Viejo, Caraballo, Itabo, Juan de Vera, Pesquero y Sabanas Nuevas de Jobosí.
Terminó esa guerra con los grados de General de Brigada y se vio obligado a salir hacia el exilio, radicándose en Estados Unidos, donde vivió doce años y obtuvo la ciudadanía estadounidense.
En 1892 se le permitió regresar a Cuba y se convirtió en uno de los principales organizadores de la “guerra necesaria” liderada por José Martí al frente del Partido Revolucionario Cubano. Debido a sus actividades conspirativas contra la metrópoli española fue detenido el mismo día del inicio de esa contienda y enviado a la fortaleza de La Cabaña.
Este suceso provocó la reacción del gobierno estadounidense, que reclamó a las autoridades españolas que pusieran en libertad a Carrillo debido a su condición de ciudadano de EE. UU., siendo liberado este en mayo de 1895.
En noviembre de ese año Carrillo regresó a Cuba al frente de una expedición transportada en el vapor Horsa. La expedición fue dirigida y financiada por el PRC y comandada por Carrillo y el entonces General de Brigada José María Aguirre. En ella llegaron a Cuba alrededor de treinta de hombres con 100 fusiles Remington, 33 Winchester, 18 revólveres, 110 200 cartuchos, un cañón de tiro rápido marca Hotchkiss con 240 tiros y más de un centenar de machetes, entre otros pertrechos.
La expedición fue un éxito y logró desembarcar por el oeste de Santiago de Cuba. Desde esa zona Carrillo se dirigió a la provincia de Camagüey para ponerse a disposición del Consejo de Gobierno de la República en Armas, quien le ordenó que se trasladara a Las Villas, donde participó en varios combates importantes, entre ellos el de Paso de las Damas, donde perdió la vida el Mayor General Serafín Sánchez y en el cual Carrillo recibió una contusión en el rostro.
Después de participar en los combates de Arroyo Blanco y Las Delicias en diciembre de 1897, en abril de 1898 fue enviado nuevamente a EE. UU. por el Generalísimo Máximo Gómez con el objetivo de contactar a los altos mandos militares de ese país y coordinar las acciones militares conjuntas que las tropas mambisas y las estadounidenses ejecutarían contra el ejército español, un esfuerzo que aceleró el fin de la contienda.
Su última acción militar fue la entrada y toma del poblado de Mayajigua, el 21 de enero de 1898.
El Consejo de Gobierno de la República en Armas le otorgó el grado de Mayor General del EL con fecha 16 de diciembre de 1896, reconociéndole la antigüedad desde el 18 de noviembre de 1895.
En la República democrática fue senador por la provincia de Las Villas desde 1902 hasta 1910, gobernador de la provincia de 1913 hasta 1918 y vicepresidente de la República durante el gobierno de Alfredo Zayas, desde 1921 y hasta 1925.
Carrillo fue uno de los pocos héroes cubanos que alcanzaron el grado de Mayor General del EL a base de coraje y esfuerzo personal. Tiene también el privilegio histórico de haber participado en las tres guerras por nuestra independencia y legarnos una conducta ejemplar como político durante la república democrática.
Murió en La Habana el 11 de noviembre de 1926.
Fuentes consultadas:
Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba.
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