LA HABANA, Cuba.- Francia avanza en sectores económicos priorizados por el gobierno de Cuba. Las compañías Bouygues Batiment International y Aeropuertos de París obtuvieron la concesión para gestionar y ampliar el aeropuerto internacional “José Martí” de La Habana y el aeródromo de San Antonio de los Baños, según un comunicado oficial del Ministerio de Transporte emitido el 3 de agosto.
El resultado de una licitación que abarcó otros cuatro aspirantes fue anunciado por el viceministro Eduardo Rodríguez Dávila, lo que sugiere la imposibilidad de la empresa Odebrecht de cumplir el acuerdo establecido, cuando el gobierno de Dilma Rousseff a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) respaldaba a esta entidad actualmente en crisis. Bouygues y Odebrecht ejecutaron las obras de ampliación del Puerto del Mariel y la creación de la terminal de contenedores, controladas por el grupo GAESA del Ministerio de las Fuerzas Armadas. La entidad francesa también ha construido hoteles de la cadena Gaviota, de GAESA.
El viceministro anunció la próxima rúbrica del memorando de entendimiento, y paralelamente las negociaciones para firmar los contratos en 2017. La proyección comprende acciones a ejecutar de inmediato para mejorar la calidad de los servicios, y agilizar el flujo de pasajeros y el despacho de equipajes. A mediano y largo plazo (2018-2030) se prevén inversiones en la ampliación de la terminal No.3 del aeropuerto José Martí y el aeródromo de San Antonio de Los Baños para concentrar el tráfico internacional e incrementar la capacidad de recepción de pasajeros en La Habana.
La administración de las operaciones y el funcionamiento de la instalación se llevarán a cabo por las compañías francesas con entidades cubanas sin variar el régimen de propiedad del Estado cubano. Próximamente se abrirán licitaciones, bajo condiciones similares, para beneficiar los aeropuertos de Varadero, Santa Clara, Cayería Norte y Holguín. (Información ofrecida por el viceministro de Transporte, según los medios cubanos).
Las cinco terminales del aeropuerto internacional José Martí de La Habana fueron edificadas para ampliar las capacidades de la instalación existente en 1959, según aumentó la exportación de personal y se permitió el turismo desde mediados de la década de 1990. Sin embargo, no marchó acorde con las necesidades de amplitud, confort, agilidad y eficiencia de los servicios para atender al 50% del total de viajeros internacionales que arriban al país.
En 2015 se recibieron en Cuba 3 524 779 visitantes y turistas para un crecimiento del 17 %, y los países emisores más importantes fueron Canadá con, 1 300 000 turistas, seguida por Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, España, México, Venezuela y Argentina. Los viajeros norteamericanos crecieron de 52 455 en 2009 a 161 233 en 2015, y cubanoamericanos de 163 019 en 2009 a 258 837 en 2014. Un significativo ascenso está previsto, principalmente si el congreso de Estados Unidos levanta la prohibición a sus ciudadanos para viajar a Cuba, más allá de las 12 categorías autorizadas por el presidente Obama.
El inicio de vuelos directos de seis aerolíneas norteamericanas a La Habana, Camagüey, Santa Clara, Varadero, Holguín y Cienfuegos, así como de compañías de Europa y América Latina a esas ciudades y la Cayería Norte, demandan fuertes inversiones en los aeropuertos, sus sistemas de seguridad y operacional. La carencia de liquidez y la necesidad de utilizar eficientemente los montos de inversión para el desarrollo definidos en los acuerdos de condonación de las deudas contribuyen a que se abran licitaciones para encontrar las mejores ofertas y know-how, lo cual ha sido inusual en Cuba por la dependencia de los benefactores económicos, el voluntarismo y el derroche de los recursos.
Las empresas francesas se abrieron nuevos espacios principalmente desde comienzos de la década de 1990, e incrementan su presencia en sectores priorizados por el gobierno cubano para la recuperación y el desarrollo de la economía, principalmente en turismo, salud, agricultura, transporte, energía —en particular la renovable—, infraestructura y desarrollo humano. Hasta el presente, se han destacado Pernot-Ricard con el ron Havana Club (en disputa con Bacardí), Total (Cuba-Petróleo,), Alcatel-Lucent (el grupo tendió el cable de fibra óptica entre Venezuela y Cuba), Alstom (energía) y Air France (transporte aéreo). Accor Hotels, entre sus aumentos prevé inaugurar en 2018 el hotel de lujo “Sofitel So La Habana” que construye en la esquina habanera de Prado y Malecón.
Francia desempeñó un papel crucial en las negociaciones para la condonación de las deudas con el Club de París (donde además están España, Italia, Japón, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Suiza y Reino Unido), como presidente del grupo ad hoc y primer acreedor de Cuba, que culminaron el 12 de diciembre de 2015.
Cuba había dejado de pagar en 1986 y acumuló una deuda con Francia de 4 154 millones de dólares, de los cuales París condonó 3 638 millones de intereses atrasados; la deuda y los intereses originales serán rembolsado por Cuba en plazos anuales durante 18 años, y 230 millones de dólares se destinaron a proyectos de desarrollo en Cuba como esfuerzo bilateral adicional.
Las visitas oficiales de Francois Hollande a Cuba en mayo de 2015 y Raúl Castro a Francia en febrero de 2016, primeras a nivel presidencial desde 1959, consolidaron las bases para la preponderancia francesa en las relaciones de la Unión Europea con La Habana.