LA HABANA, Cuba -Las actividades que despliega el Ministerio de Turismo se dan a conocer poco al pueblo cubano. No se publican sobre la llegada de turistas internacionales ni eventos y ferias que se realizan en otros países con la asistencia de delegaciones cubanas.
En general, la ciudadanía siempre ha estado ajena a todo lo relacionado con las empresas extranjeras presentes en el país. Este asunto forma parte de la larga lista de “secretos de Estado”.
En la primera semana de mayo se celebró la 34 edición de la Feria Internacional de Turismo, en el Hotel Nacional y en el Parque Morro-Cabaña, de La Habana. La prensa oficial apenas informó acerca de lo que allí aconteció. El evento fue sólo para un grupo de escogidos nacionales e invitados extranjeros.
La presencia de las empresas extranjeras en Cuba data de 1988, cuando se crearon las primeras Asociaciones Económicas Internacionales en el sector de turismo, extendiéndose luego a otras ramas de la economía, todo amparado en el Decreto-Ley 50, puesto en vigor el 15 de febrero de 1982.
Con la puesta en vigor, en 1995, de la Ley 77 de Inversiones Extranjeras, se crearon las Asociaciones Económicas Internaciones y de Contratos de Administración, entre firmas extranjeras con grupos hoteleros cubanos, que luego se extendió al petróleo, la minería, las industrias ligera y de cosmético, tabaco, bebidas y licores, el sector energético y las comunicaciones.
De las 400 Asociaciones Económicas Internacionales que funcionaban desde el año 2002, el gobierno redujo la cifra a 200 durante el periodo 2005-2008. Tan injustificado y antieconómico proceder se tradujo en una imparable desaceleración de los principales sectores de la economía cubana.
Del total de Asociaciones Económicas Internacionales que funcionaban en Cuba hace ya 12 años, el 40% estaban en el sector del turismo. Éstas fueron las menos afectadas en los recortes y cierres experimentados en el periodo que cobró mayor auge la sui géneris revolución cultural cubana, bautizada como “Batalla de Ideas”.
Con la llegada al poder del general Raúl Castro, esa locura experimentaría cambios. En los últimos cinco años, la actividad turística ha crecido, gracias a la presencia de empresas hoteleras extranjeras, principalmente de Europa, lo que permitió la edificación de hoteles de 4 y 5 estrellas con el consiguiente aumento en el número de habitaciones.
A fines de 2013 funcionaban en Cuba 17 cadenas hoteles extranjeras. De ellas, 13 eran españolas. La de mayor presencia es la Meliá Internacional Hoteles, que administra 26 hoteles. Estas cadenas españolas operan 72 hoteles, con 31 277 habitaciones, lo cual representa el 21% de las plantas hoteleras y el 52% de las habitaciones existentes en la Isla. A la presencia española se le suman empresas de Canadá, Francia, Jamaica y Portugal.
La cifra de 1 200 000 turistas que visitaron el archipiélago cubano en el trimestre enero-marzo, procedentes principalmente de Canadá y la Florida, Estados Unidos, es una buena señal para las hoteleras extranjeras asentadas en Cuba. La actividad turística pasa por su mejor momento y la decisión de invertir y ampliar el negocio se corresponde con los resultados que ya se obtienen. Mientras, el pueblo cubano continúa al margen de lo que acontece en este sector primordial para la economía del país.