LA HABANA, Cuba. – Impedir los gastos superfluos en las actividades del Gobierno, lograr un real control de los recursos y aprovechar las experiencias de naciones como China, Vietnam y Laos, son las metas de Cuba para el próximo año, anunció el presidente del Consejo de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel.
El Plan 2019 deberá alcanzar un 1,5% de crecimiento del PIB, propiciar el desarrollo en las actividades prioritarias para el crecimiento y contribuir al restablecimiento de la credibilidad financiera de la nación. Limitar las nuevas deudas a corto plazo y cobrar las existentes con exportaciones.
La crisis económica cíclica es el resultado del sistema. Las medidas parciales emprendidas por Raúl Castro demostraron que es necesario cambiarlo radicalmente. Durante sus 8 meses de gobierno, Miguel Díaz-Canel y su equipo constriñeron el Plan 2018 y preparan a la población para enfrentar, nuevamente, grandes carencias en el período 2019-2021.
En su discurso ante la sesión de la Asamblea Nacional, el pasado 22 de diciembre, Díaz-Canel expuso que en 2018 el Producto Interno Bruto creció en 1,2%. Continuó la tensa situación en las finanzas externas debido al no cumplimiento de los ingresos planificados por exportaciones (incluida la venta de los servicio médicos), el turismo y la producción azucarera, los daños ocasionados por la sequía, los destrozos del huracán Irma y las intensas lluvias de mayo y junio, elementos que han condicionado el arribo de materias primas, equipos e insumos. De ello se desprenden el desabastecimiento de medicinas y otros productos básicos para la población, así como las insuficiencias para sustituir importaciones y exportar.
El mandatario señalo que las mayores afectaciones se concentraron en la industria azucarera, la agricultura y la ganadería, aunque enfatizó en el incremento de la producción de arroz y frijoles, lo cual permitió sustituir importaciones. Sin embargo, la producción es insuficiente aun y no permite sustituir las compras de arroz a Ecuador y Brasil. En el mercado de venta liberada en pesos se aprecia un menor abastecimiento a fines de año.
El turismo creció, aunque quedó por debajo de los 5 millones de visitantes proyectados. Las comunicaciones tuvieron un avance significativo debido al crecimiento de la conectividad y el acceso a Internet en divisas. Asimismo, se registran 700.000 nuevas líneas móviles, para un total de 5.300.000 en servicio. Se habilitaron más de 300 zonas wifi y ya suman 60.000 los hogares conectados a Internet.
“Los problemas enfrentados en la actualización son más complejos y más profundos que lo que habíamos pensado inicialmente”, había expuesto Marino Murillo en la sesión del 21 de diciembre de 2017. Díaz-Canel, por su parte, anunció que para discutir con amplitud las proyecciones de desarrollo del país se convocará en el primer trimestre del próximo año una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional, con el análisis del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 en sus tres etapas y el informe sobre el estado de la Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social de Partido y la Revolución (2016-2021), aprobados en mayo-junio de 2017.
La deuda externa de todo el mundo era impagable, determinó Fidel Castro para justificar el derroche de recursos ajenos sin honrar los créditos. Así afianzó su revolución en Cuba y la esparció por América Latina, Asia y África. Asi logró amortiguar la crisis de la década de 1990, aunque los niveles de 1989, comienzo del Período Especial en Tiempos de Paz, nunca se restituyeron.
Raúl Castro obtuvo la condonación de los intereses y ha pagado los tramos convenidos de las deudas pendientes desde 1986 con muchas dificultades. Pero el país carece de ahorro=liquidez=dinero para amortizar los créditos a corto plazo, algo imprescindible para su funcionamiento. El General de Ejercito llamó en varias ocasiones a “no gastar más de lo que ingresemos y no asumir compromisos que no podemos honrar”.
El Plan 2019 estará en función de los ingresos en divisas del país y su cobro, pagando más deudas que créditos a obtener y cumpliendo con la mayor puntualidad posible el pago de los compromisos, expresó Díaz-Canel. Los objetivos para el período 2019-2021 serán incrementar los ingresos por exportaciones y las capacidades para aumentar la producción nacional, a través de un proceso inversionista que requiere más eficiencia. Definió la zafra azucarera como una actividad económica importante no solo por la producción de azúcar sino también por sus derivados, y la generación de electricidad (después que destruyeron esa industria emblemática de Cuba, ahora tienen muchas dificultades para recuperarla)
Díaz-Canel llamó al real fortalecimiento de la empresa estatal y el encadenamiento productivo con la inversión extranjera, las empresas mixtas y el sector no estatal de la economía. Por supuesto, la empresa estatal seguirá teniendo la hegemonía. También enfatizó en ordenar la actividad del sector privado de la economía, pero sin trabar o frenar su desempeño, estimulando las mejores prácticas hasta lograr que quienes la ejercen se aparten de la ilegalidad.
El mandatario convocó a una batalla ética contra la corrupción, las ilegalidades, las adicciones y la indisciplina social, y agradeció el apoyo y la comprensión de las cubanas y cubanos que habitan nuestra geografía. Llamó la atención la expresión “Jamás olvidar que somos servidores públicos”, término inusual en Cuba.
Los fenómenos climatológicos complicaron el panorama de la Isla, por lo que Raúl Castro movilizó a las Fuerzas Armadas para afrontar la recuperación de la destrucción material. Los estragos fueron mayores por la precariedad de las condiciones de vida. Al parecer, las visitas por el interior del país del presidente con su gabinete de continuidad y el destape de inmensa cantidad de problemas planteados en las asambleas sobre el Proyecto de Constitución han evidenciado los disgustos de la población y las dificultades del gobierno para conminarla a aceptar las crecientes limitaciones venideras. La urgente profundización de las reformas es imprescindible.