LA HABANA, Cuba. — Con el inicio del nuevo año han llegado de diversos países hermanos de nuestra América Latina algunas informaciones sobre el desempeño desfavorable que han tenido las funestas políticas del llamado “Socialismo del Siglo XXI”. Si en 2022 fuimos testigos de triunfos reales o aparentes de los rojillos del subcontinente, ahora las aguas parecen empezar a recuperar su nivel.
Hay diarios digitales que se ajustan más a los principios al abordar esa problemática; entre los cuales destacan —en mi modesta opinión— PanAm Post e Infobae. Ninguno de los dos sobresale en el abordaje de los problemas de Cuba en particular, pero sí de los restantes países de la región.
Mediante la lectura de las más recientes informaciones divulgadas por esos órganos de prensa, nos enteramos, por ejemplo, de los primeros pasos y traspiés de Luiz Inácio “Lula” da Silva tras asumir, por tercera vez, la presidencia del Brasil. Estas noticias coinciden con el inicio del año debido a una idea de los legisladores del inmenso país que podría parecer peregrina: la de fijar el cambio de mandatos presidenciales para el día primero de enero.
Un comentario de la colega Oriana Rivas en el primero de los dos diarios mencionados nos informa sobre el poco edificante recibimiento que sufrió el flamante Jefe de Estado cuando se le ocurrió presentarse en el velorio del gran Pelé. “Lula, ladrón, tu lugar es la prisión”, gritaron acompasadamente miles de dolientes cuando el mandatario arribó al estadio donde tuvo lugar la capilla ardiente del formidable atleta recién fallecido.
En un plano más general y menos anecdótico, el antiguo embajador Arturo McFields hizo gala de su poder de síntesis al aludir a las evidentes contradicciones del discurso inaugural del ex obrero metalúrgico: “Habló de reconciliación y de juicios a genocidas, de crecimiento económico y grandes subsidios, de prosperidad y desprivatización”.
El colega recuerda citas del señor da Silva que datan de 2021. Hay en ellas una mezcla de inmenso despiste y portentoso descaro, pero uno no atina a precisar cuál de ambos predomina. Veamos, por ejemplo, esta perla: “¿Por qué Angela Merkel puede estar dieciséis años en el poder y Ortega no!”. O esta otra: “Si Cuba no tuviera bloqueo sería como Holanda”.
En Colombia, el gobierno de Gustavo Petro ha tenido que dar marcha atrás luego de haber anunciado a bombo y platillo durante los festejos de fin de año, la suscripción de un supuesto acuerdo de cese al fuego con los subversivos del ELN (“Ejército de Liberación Nacional”). Alfonso Prada, ministro del interior, anunció la suspensión de “los efectos jurídicos del decreto” que había proclamado de modo solemne la presunta tregua.
En Perú, por su parte, destaca la multiplicación de los defensores de Pedro Castillo, fugaz perpetrador de una intentona de autogolpe de Estado. Según Gabriela Moreno, “nueve abogados fracasan en la defensa” del expresidente. Como jurista, considero que este dato es digno que quedar plasmado en el Libro de Records Guinness. En opinión de la periodista, “el desfile de abogados del exmandatario revela el declive de su figura”.
Hilarante resulta lo escrito por Marcelo Duclos sobre la más reciente ocurrencia de los burócratas kirchneristas en Buenos Aires: “Nadie puede decir que los hospitales de la provincia tienen todo lo que necesitan ni mucho menos”, señaló como antecedente el colega. Pese a ello, las autoridades gastaron varios millones de dólares en comprar lubricante anal.
Pero lo mejor queda para el final. Aludiendo a la abrumadora carga impositiva que sufren los argentinos, José Luis Espert, diputado nacional partidario de la libre empresa, quien se perfila como precandidato a la presidencia de la nación, tuvo esta ocurrencia genial: “Las autoridades bonaerenses deberían repartir los pomos de lubricante a los contribuyentes al momento de recibir sus impuestos”.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.