LA HABANA, Cuba.- Tal como se esperaba, la noticia de la muerte de Fidel Castro ha impactado a la sociedad cubana. En la mañana de este sábado 26 de noviembre no había otro tema de conversación que le disputara la supremacía.
Los medios de difusión oficialistas no cesan de ofrecer informaciones, reportajes y entrevistas relacionados con la figura del exgobernante. También destacan los mensajes de condolencia transmitidos por mandatarios y personalidades de otras naciones.
La escasez de personas en las calles obedeció a que era un día no laborable. Ya a media mañana los barrios habaneros recobraban su dinamismo habitual.
Las opiniones de los cubanos de a pie parecen divididas. Pero, por supuesto, los que opinan de un modo favorable acerca de la personalidad de Fidel Castro son los únicos que se atreven a emitir su punto de vista a los cuatro vientos. Se trata de un asunto muy sensible para las autoridades, y nadie duda de que chivatos de los Comités de Defensa de la Revolución, y miembros de las brigadas de respuesta rápida hayan sido lanzados a las calles para responder violentamente ante cualquier planteamiento antigubernamental.
No obstante, tuvimos acceso a algunos criterios diferentes a los que aparecían en la televisión, la radio y los periódicos nacionales. Por ejemplo, una ama de casa se refirió a la programación que, en cadena, ofrecen los canales de la televisión: “Lo que nos espera no hay quien lo resista. Van a ser nueve días de cantaleta política, sin un musical, ni una película, ni una telenovela. A lo sumo alguna que otra canción protesta de Sara González o Silvio Rodríguez. Los que no puedan ver el Paquete Semanal o un serial en sus computadoras se van a volver locos”.
Un señor de mediana edad evaluó el significado histórico de Fidel Castro. “Mira, con independencia de cualquier mérito que pudiera haber tenido su labor, si tú la pones en una balanza el resultado es negativo. Porque su nombre siempre estará vinculado con acontecimientos que costaron muchas vidas al pueblo cubano, como las luchas en África, las víctimas de los fusilamientos, o los desaparecidos en el estrecho de la Florida que huían de la isla en busca de libertades. Ah, y no hay que olvidar que su intransigencia por poco nos borra del mapa cuando la Crisis de Octubre”.
Y fue un hombre relativamente joven quien relacionó esta defunción con el futuro de la isla. “Siempre he pensado que la desaparición de la generación histórica es necesaria para los cambios que Cuba necesita. Mira lo que ha pasado en Rusia o Vietnam. En la primera los cambios los hizo Gorbachov, que nada tuvo que ver con la Revolución de Octubre ni la Gran Guerra Patria. Y en Vietnam aquellos que no combatieron junto a Ho chi Min. Y aunque Fidel parecía ya liquidado políticamente en los últimos tiempos, su presencia física aún tenía cierto peso en la toma de decisiones. En ese sentido pienso que este pudiera ser el inicio de los cambios verdaderos en nuestro país”.
