QUERÉTARO, México, septiembre, 173.203.82.38 –
“…. El bloqueo provoca sufrimiento, carencias, dificultades que alcanzan a cada familia cubana; es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos”….
“….Es sin duda la principal cauda de los problemas económicos y el obstáculo esencial para el desarrollo de la nación en todos los sentidos”…..
Con estas afirmaciones se ha expresado recientemente el vocero para las relaciones internacionales de la más antigua dictadura del hemisferio occidental.
El Sr. Bruno Rodríguez da inicio así a una nueva cruzada propagandística, con el fin de ganar, en la ONU, la aprobación internacional al levantamiento del embargo económico de los Estados Unidos hacia Cuba.
Se olvida el Sr. Rodríguez que él habla en nombre de la autoproclamada, hace ya más de medio siglo “trinchera antimperialista del mundo” y “primer territorio libre de América”, parece olvidar que él representa a ese régimen que se declaró adversario de los Estados Unidos y se alineó con el desaparecido bloque comunista para “combatir en todos los frentes al enemigo imperialista”.
Cuando un vocero del régimen castrista, pidiendo el fin del embargo, clama por los dólares y la inversión del “imperio norteamericano”, solo demuestra el absoluto fracaso de un sistema totalitario, dogmático y represor de las libertades y los derechos de su pueblo. Un régimen que solo ha logrado subsistir como parásito de los países con que se ha asociado política y militarmente, para mantener la beligerancia contra los Estados Unidos.
Una vez más, utilizando ridículos y vulgares alegatos, el castrismo intenta evadir sus responsabilidades por el desastre económico de Cuba, culpando a la nación del norte de la ruina en la que los hermanos Castro, como principales cabecillas, han sumido a la otrora próspera isla, después de más de medio siglo de aberrantes experimentos económicos.
Pero lo más vergonzante de las palabras del Sr. Canciller es que se exprese “tan preocupado” por los derechos humanos de sus compatriotas, que son los mismos a los que la tiranía que el representa ha privado del derecho de expresión por cualquier medio, del derecho de libre movimiento aun dentro del territorio nacional, del derecho a organizarse, reunirse y discutir ideas e iniciativas de cambios políticos sociales o económicos.
Los cubanos, silenciados y reprimidos, hemos sido despojados durante más de medio siglo del derecho a reclamar nuestros propios derechos. Ese es el más inhumano bloqueo y la más flagrante violación que hasta el día de hoy sufre nuestra nación.
Estos personajes que nos despojan de nuestros derechos, condenándonos al silencio, y de la manera más falsa hacen reclamos en nuestro nombre, argumentando un sufrimiento del que ellos son los mayores responsables, estos son, sin dudas, los peores enemigos de la Patria.