GUANTÁNAMO, Cuba.- El periódico Granma publicó el pasado sábado 15 de julio el Informe de la liquidación del presupuesto del Estado en el año 2016, el Dictamen de la Comisión de Asuntos Económicos sobre la liquidación de dicho presupuesto, el comportamiento del Plan Económico durante el primer semestre del 2017 y el discurso de clausura del IX Período de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), realizado por el general de ejército Raúl Castro Ruz, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (CC del PCC) y presidente de los consejos de Estado y de Ministros.
El órgano oficial del CC del PCC dedicó nueve páginas a dichos documentos, pero quedan muchos aspectos oscuros, pues, aunque se citan muchas cifras, continúan silenciando el monto asignado a cada ministerio y, sobre todo, el correspondiente a las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior. Los cubanos también continuamos desconociendo cuánto cuesta al país el mantenimiento de la enorme y parasitaria burocracia partidista-gubernamental y el de la élite del castrismo con sus familiares. En los países capitalistas, donde según la prensa oficialista cubana los gobiernos son enemigos del pueblo ―que, vaya paradoja, es quien los elige― todos esos datos se informan a los ciudadanos. En el nuestro, donde según esa prensa tenemos un gobierno del pueblo y para el pueblo ―que en realidad es elegido por un grupo que no representa siquiera al 1% de los cubanos con derecho al voto― se silencian.
En el Informe de liquidación del presupuesto del Estado en el 2016, ofrecido por Lina Pedraza, Ministra de Finanzas y Precios, se asegura que se destinaron a Salud Pública, Educación y Asistencia Social el 50% de los gastos “en esta esfera”, pero no los define casuísticamente. La ministra también informó que los gastos del presupuesto ascendieron a 57 800 millones de pesos, sin embargo, el Dictamen de la Comisión de Asuntos Económicos menciona que fueron 57 813 millones. Obviando la contradicción y tomando como referencia esta última cifra resulta que en Salud Pública, Educación y Asistencia Social se gastaron 28 906,5 millones de pesos. Tratándose de una suma de tal magnitud, muchos ciudadanos podríamos preguntarnos por qué no hay más claridad en el informe sobre la asignación de ese dinero en cada provincia, pues, por citar un ejemplo, en Guantánamo el estado material del hospital provincial deja mucho que desear y los pacientes deben llevar desde las sábanas hasta los cubos para bañarse, y a veces hasta las jeringas. Muchos servicios sanitarios permanecen tupidos y sucios y las cucarachas campean por su respeto. Una situación similar presentan varias clínicas estomatológicas, policlínicos y consultorios médicos.
La ministra hizo referencia al actuar negligente e indisciplinado de algunos cuadros, funcionarios y trabajadores involucrados en presuntos hechos delictivos, pero no informó a cuánto asciende el perjuicio económico causado.
67 empresas estatales cerraron el 2016 con pérdidas ascendentes a los 297 millones de pesos, a pesar de que 60 de ellas debían hacerlo con utilidades. Es decir, el 89,55% de esas empresas fueron irrentables, 44 de ellas pertenecientes al Ministerio de la Agricultura.
Aunque más de veinte países condonaron en meses recientes una gran parte de la abultada deuda externa cubana, todavía el castrismo tiene dificultades para cumplir sus obligaciones financieras internacionales, lo cual incide en la ejecución de inversiones consideradas estratégicas para el desarrollo del país. El pueblo también continúa sin saber a cuánto asciende la deuda externa ni quiénes son nuestros principales acreedores.
A pesar de la afirmación de Ricardo Cabrisas Ruiz, ministro de Economía y Planificación, de que se estima que el Producto Interno Bruto creció en el primer semestre de este año en un 1,1%, el panorama no muestra signos de aliento convincentes pues el propio ministro aseguró que al cierre de junio los ingresos externos se incumplieron en 417 millones de dólares y que esas fuentes se agravan adicionalmente por haberse gastado 99 millones 600 mil dólares en la adquisición adicional de combustibles no contemplados en el plan.
En su discurso de clausura, el general de ejército Raúl Castro Ruz expresó que próximamente será divulgado un grupo de medidas adoptadas por el Consejo de Ministros para contrarrestar lo que denominó “fenómenos negativos” en el sector privado, conformado por más de medio millón de trabajadores.
Dentro de tales “fenómenos negativos” mencionó que algunas personas ya son dueñas de varios restaurantes y que también existen ciudadanos que han viajado más de treinta veces al exterior, a diferentes países. Conociendo la actuación histórica de los dirigentes cubanos ante lo que les molesta, no es de extrañar que muy pronto se ponga en marcha alguna operación policial de nombre rimbombante contra esos ciudadanos.
Tal vez el objetivo de esos pronunciamientos sea enviar una clara respuesta a las intenciones de la administración norteamericana para empoderar económica y socialmente al sector privado cubano, algo que realmente resulta muy difícil dadas las características de nuestro contexto, en el que se ha definido que no se permitirá la acumulación de la riqueza y la propiedad en personas naturales, pues, de permitirse, convertiría a dicho sector en un protagonista social, algo que conocen muy bien los comunistas cubanos. Por tal razón siempre limitarán su crecimiento, aunque ello contribuya a ralentizar el avance económico del país y postergar el bienestar del pueblo.