LA HABANA, Cuba (Cuba Sindical). -Las casi 8 mil deficiencias detectadas durante el I Primer Control Integral Estatal realizado a entidades pertenecientes al Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), subrayan el fracaso de la centralización económica.
Otra vez vuelven a la palestra pública el derroche de combustible, la substracción de recursos en almacenes, las deudas tributarias, entre una larga de lista de incidencias. En los reportes de la prensa oficial faltan, como siempre, los nombres de los culpables y las medidas tomadas al efecto.
Otro de los datos “olvidados” a la hora de abordar estos asuntos en los medios de comunicación es la militancia en el partido o la juventud comunista de una parte significativa de los responsables.
Es común que una parte de las soluciones se establezcan sobre la base de medidas que no entrañan penalidades jurídicas, cuando por el margen de las afectaciones estarían plenamente justificadas. Uno de las correctivos que más se aplica es la remoción como paso previo al desempeño en un puesto de mayor categoría en otra empresa estatal.
Para disfrutar de esos beneficios no solo es necesario el compromiso con los ideales del socialismo y el amor incondicional a Fidel y Raúl, es obligatorio contar con el aval de algún padrino con cierta relevancia en algunas de las estructuras del poder real. En este ir y venir del clientelismo a nivel nacional y tras los artificios de las reformas que obrarían a favor del definitivo alineamiento de la economía con la productividad y la eficiencia, cobran mayor visibilidad las ruinas, en el sentido lato del término y el estancamiento.
Está ampliamente comprobado que los esfuerzos por corregir los obstáculos que entorpecen el desarrollo de la economía se circunscriben a la obsolescencia ideológica de los discursos. Los llamados a reforzar los controles en cada foro, ya sea municipal, provincial o nacional, siguen caracterizándose por la teatralidad.
El desinterés en abordar el tema desde perspectivas más racionales es la pauta que determina el predominio de la palabrería desde las tribunas y los aplausos del auditorio. El malestar de la Contralora General de la República, Gladys Bejerano, por la insuficiencia de las medidas adoptadas con el propósito de disminuir los problemas que salieron a la luz en las pesquisas a las 288 unidades del MINCIN, según el reportaje publicado recientemente en el diario Granma, es el mismo que ha manifestado en reuniones similares.
Ante las evidencias de la escasa funcionalidad de los métodos empleados para cubrir las grietas del modelo económico, no valen cuestionamientos. Es hora de ir al fondo de las causas. Estimular el avance de los llamados cambios estructurales.
Lo expuesto por el órgano oficial del partido fue una ínfima parte de la realidad. En la lógica del sistema los progresos siguen siendo virtuales y los retrocesos comprobables desde cualquier ángulo. Algo así como un paso adelante y dos hacia atrás. Mi vecino dice que son tres.