LA HABANA, Cuba.- Se llama Sistema Económico a la forma en que se organiza la actividad económica de una sociedad para gestionar y administrar los recursos de los que se dispone. De ello se desprende que el objetivo de cualquier Sistema Económico en el mundo es la producción de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de los individuos que lo conforman. Con esta definición se puede decir que en Cuba no existe un Sistema Económico, porque la economía —que es menos importante que la política— es como un cachumbambé, pero en vez de balancearse para arriba y para abajo, lo hace para un lado y para otro: nunca estamos arriba.
Recientemente el Gobierno de La Habana informó sobre nuevas medidas para la comercialización en las cadenas de tiendas Caribe y CIMEX, para ejecutarse a partir del 21 de abril, que resultaron ser viejas decisiones cuyo objetivo principal sin lugar a dudas es político y no económico-social. Están tratando de evitar las aglomeraciones de personas en las tiendas, lo que puede traer como consecuencia protestas, pues es en esos lugares en que las colas son interminables donde se empieza a “calentar” el ambiente y los presentes suelen manifestarlo con gritos, sobre todo en contra del presidente “designado”.
La medida —ya utilizada— consiste en poder comprar solo en el municipio de residencia, a lo que llaman “municipalización”, y la libreta de abastecimiento servirá como controladora de todos los productos que los núcleos familiares adquieran, a partir siempre del escaneo del carné de identidad, tomándose como posibilidad la vinculación de las libretas a las tiendas y puntos de venta, organizándolo todo por ciclos de venta y de productos controlados, lo que implica que cada núcleo tendrá asignado su posible día de compra. Si usted está de suerte y ese día abastecieron pues podrá comprar “algo”.
Los tres centros comerciales más conflictivos de la capital: “Cuatro Caminos”, “Carlos III” y “El Pedregal” tendrán asignados más de un municipio.
Ahora bien, como si fuera algo “novedoso” y muy “relevante” el Ministerio de Comercio Interior anunció que se aseguraba la distribución del café durante el transcurso del mes de abril, pero lo que no dijo es con qué estaban ligándolo, ya que la etapa del café con chícharo quedó atrás. Sin embargo, explicaron que el café se vendería en envases sin litografiar debido a los retrasos en la importación del embalaje habitual
También dieron por seguro que habría leche en polvo en abril para los niños de hasta siete años, las dietas crónicas de la infancia y las embarazadas. El yogurt de soya con destino a los niños entre siete y 13 años será sustituido por una mezcla de batido en 10 provincias, y en las seis restantes se asegura la entrega.
Por su parte, la venta normada de los huevos correspondientes al mes de abril se pospondrá hasta el 7 de mayo en todas las provincias, es casi que decir que le aumentaron una semana al mes.
Lo más importante es que nada de esto para el gobierno tiene que ver con la ineficiencia del funcionamiento de la economía en el país. En estos momentos la culpa es de: “el contexto de la crisis económica internacional, que también impacta a Cuba”.
Esta es una pequeña muestra de la inestabilidad por la que pasa el cubano todo el mes, todos los meses. No hay seguridad de que lo poco que venden por la mal llamada libreta de abastecimiento esté a la disposición del pueblo. En los últimos meses redujeron las cuotas, cambiaron los artículos, dejaron de suministrar a grupos etarios. Cualquier cosa puede suceder en esta “economía”.
La mayoría de los cubanos el fin de mes lo pasan sin arroz, que es el plato principal en estos momentos en la mesa cubana, porque liga con cualquier cosa. Más bien se puede decir que el cubano de a pie lo hace ligar.
Hay productos desaparecidos. Ahora han anunciado la compra de pollo, carne de res y cerdo a México. Es increíble pensar que teniendo empresas en todo el país dedicadas a este tipo de producción no haya carne de ningún tipo; siempre dicen que por falta de recursos por culpa del embargo.
Sin “embargo”, muchos estamos seguros que sería lo mismo. Pero siempre hay que buscar a quién echarle la culpa, es parte de la continuidad de la dictadura.
Es el momento de comenzar a preguntar a esos que todavía “creen” en el régimen: ¿por qué el capitalismo no usa libreta de abastecimientos? La respuesta que daba la “Revolución” a esto se basaba en la igualdad para todos en la sociedad; pero en estos momentos no pueden tener ese argumento vacío.
No van a decir que los jerarcas de la dictadura y sus familiares en las 15 provincias del país y el Municipio Especial Isla de la Juventud comen lo mismo que el pueblo y se abastecen de la libreta. Todo el que le ve las barrigas sabe que no son de arroz con frijoles.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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