LA HABANA, Cuba.- Si algún acontecimiento logró atenuar la grisura de la 26 edición de la Feria del Libro de La Habana fue la participación irlandesa en la referida cita literaria. Una presencia que incluyó al presidente de esa nación, Michael Higgins, y algunos escritores como el novelista Joseph O´ Connor, autor de la conocida novela El crimen del Estrella del Mar.
Tanto en los espacios académicos de la Feria del Libro, como en otras actividades desarrolladas por el mandatario irlandés, salieron a relucir ciertos paralelos entre Cuba y esa isla europea.
Se trata de dos islas que han debido encauzar con sumo cuidado sus relaciones con vecinos poderosos, y que además padecieron hambrunas y éxodo masivo de su población.
Es de destacar que entre 1845 y 1849 a los irlandeses se les afectó la cosecha de patatas, lo que ocasionó una hambruna de grandes proporciones. Un descalabro que provocó la muerte de casi un millón de personas, y la emigración de buena parte de sus pobladores.
Sin embargo, todo cambiaría en esa isla del Atlántico norte. A raíz de la presentación en la Feria del Libro de El Crimen del Estrella del Mar, Joseph O´ Connor ofreció declaraciones al periódico Juventud Rebelde (“Los personajes me escogieron”, edición del 16 de febrero), en las que aclaró el porqué de reflejar en ese libro los malos momentos que atravesó su país.
Así se expresó el novelista: “Siempre tuve la intención de escribir sobre esa etapa por la que atravesó mi país, pero lo que realmente me empujó a contar acerca de esa hambruna fue el hecho de que Irlanda ya hoy no es pobre, se convirtió en una nación de grandes riquezas, adonde llegan en la actualidad personas de muchas partes del mundo”.
En efecto, a partir de los años finales de la década del 80 de la pasada centuria, la República de Irlanda experimentó un auge económico que la ha llevado a convertirse en uno de los países de mayor ingreso percápita del planeta, al extremo de que algunos especialistas comenzaron a denominarla el Tigre Celta.
Por otra parte, y haciendo válido aquello de que “las personas votan realmente con los pies”, Irlanda pasó a ser un país de inmigrantes, adonde llegan actualmente polacos, lituanos, letones, africanos, asiáticos y personas de otras regiones en busca de mejores condiciones de vida. Según estadísticas, cerca del 10% de la población irlandesa en los días que corren es de origen extranjero.
Bueno, y podrían preguntarse algunos, ¿cuál ha sido la causa de semejante progreso? Pues, ni más ni menos que una apertura consecuente de la economía a los mecanismos de mercado, con énfasis en la inversión extranjera directa, la cual, a diferencia de lo sucedido hasta ahora en Cuba, sí encontró seguridad y condiciones favorables para su implementación. A lo anterior habría que agregar un sistema político transparente, pluripartidista y respetuoso de los derechos de la ciudadanía.
Como vemos, un camino muy diferente al que han conducido a Cuba sus actuales gobernantes.