SANTA CLARA, Cuba. -La represión por parte de la policía política en la Ciudad de Santa Clara se hace patente cada lunes en el Barrio del Condado, en las calles de Alemán y Misionero, en la cuadra de Guillermo “Coco” Fariñas.
Autoridades militares utilizan disímiles métodos para terminar con la oposición y la disidencia en el país. Hacen provocaciones con el ánimo de exaltar a los disidentes y así detenerlos con falsas acusaciones. Para de esta manera mantenerlos en prisión por causas no políticas, con el objetivo de hacerlos ver ante la sociedad y la opinión pública mundial como delincuentes comunes. Como hicieron en La Habana con el escritor Ángel Santiesteban.
Tratan de disolver al partido opositor humillándolos, apresándolos, infringiéndoles daños físicos y morales, con métodos deplorables criticados por el pueblo, como el uso de chapapote, tinta de imprenta, heces fecales, técnica utilizada para manchar las casa, contaminar las cisternas de agua potable, a los opositores pacíficos. Con estas inventivas, crean el terror y el pánico, sembrando el odio y el resentimiento.
¿Qué piden los opositores? El derecho de los ciudadanos a protestar a favor de demandas sociales, de mejoras salariales, de reuniones pacíficas de las diferentes organizaciones opositoras. Que no se les niegue el derecho a la libre expresión.
Estos actos de violación ocurren todos los lunes al reunirse un grupo de opositores pacíficos no violentos en las afueras de la casa del líder Fariñas para permitir que se realice la reunión en la casa sede, ubicada en la calle Misionero entre Ciclón y Rodolfo Valderas (casa de Sandra). Desde horas tempranas, los oficiales tienden un operativo con policías, guardias de prisión, brigada especial, oficiales de Emigración, del Ministerio del Interior, y las Brigadas de Respuestas Rápida, con trabajadores de los centros de trabajos, guiados por el Núcleo del Partido que conforman las llamadas turbas paramilitares.
Se concentran en las calles antes mencionadas para impedir a toda costa que no lleguen a la casa sede. Parquean patrullas, guaguas, furgonetas policiales, para arrestar a los opositores y conducirlos hacia las unidades de la policía.
Comentan los opositores que los hombres que son llevados hacia la UPICO (Unidad de Prevención e Investigación de Operaciones Criminales) son torturados y golpeados por dos o tres hombres entrenados en aplicar técnicas de defensa personal, que los golpean hasta dejarlos sin conocimiento.
Agregan que, en todo este drama, existe un jefe que manda a golpear y no da la cara, que muchas veces aparece al final, y fingiendo lamentarse, y dice desconocer todo lo ocurrido.
Al líder del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), Guillermo (Coco) Fariñas, lo encarcelan por seis u ocho horas en un cuarto de dos por tres metros con aire acondicionado, causándole hipotermia. Lo hacen para debilitarlo del pulmón, porque saben que está intervenido quirúrgicamente.
Son en vano todos los intentos del gobierno por ocultar y ensombrecer la labor de la oposición no violenta. Afirma el Coco Fariñas que la lucha será cada vez más intensa.
