LA HABANA, Cuba.- El VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) se efectuará el 16 de abril. Apenas faltan dos meses, sin que los Lineamientos para la Actualización del Modelo Económico y Social, decisión principal del VI Congreso, hayan revertido la crisis existente en todos los sectores y logrado el crecimiento estable.
No obstante, el evento aprobará la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista hasta 2030, porque “vamos dejando atrás la visión del corto plazo, condicionada por urgencias e imprevistos; ya estamos en condiciones de proyectar, sobre bases sólidas y confianza en el futuro”, según expresó Raúl Castro en la Asamblea Nacional, el 21 de diciembre de 2013. El proyecto de documento no se ha publicado, a pesar de que el presidente prometió consultar de manera directa con la población las decisiones vitales para el desarrollo de la sociedad, como se hizo para la aprobación del nuevo Código del Trabajo y los Lineamientos, durante su discurso en el acto por el 55 aniversario de la revolución, en Santiago de Cuba, el 1 de enero de 2014. Además, se presentará el informe sobre el cumplimiento de los Objetivos aprobados por la Primera Conferencia Nacional del Partido en enero de 2012.
La atención internacional se centra en las medidas que propicien la inversión extranjera, así como los movimientos de los principales dirigentes de la institución rectora de la vida nacional y que podrían ocupar las principales posiciones en los Consejos de Estado y de Ministros en febrero de 2018, cuando el General no se reelija, como ha ratificado.
De los 313 Lineamientos, el 21% fueron ejecutados y el 77 % están en proceso, según expresó el vicepresidente Marino Murillo, en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista (PCC), el 26 de diciembre de 2015, reportado por los medios. Sin embargo no se especificaron los asuntos, las causas y las posibilidades de cumplimientos. Más bien parece una edulcoración a la población disgustada por el recrudecimiento de las carencias, los altos precios y el retorno de medidas coercitivas como la persecución de los intermediarios y la prohibición de los carretilleros con venta de frutas y vegetales.
A partir de 2011 se promulgaron leyes y decretos dirigidos a ejecutar las tareas contempladas en la Actualización del Modelo, que continuaron caracterizándose por el férreo control estatal, la falta de complementariedad, la atadura a las fuerzas productivas y a la libre creatividad del trabajador. Las modificaciones a la Constitución no se han realizado, como el Artículo 14: “Rige el sistema de economía basada en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción y la supresión de la explotación del hombre por el hombre”.
También rige el principio de distribución socialista: “De cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”. Al respecto, el presidente reconoció que el actual sistema salarial no se corresponde con ese principio y que el salario no satisface todas las necesidades del trabajador y su familia, lo que genera desmotivación y apatía hacia el trabajo, influye negativamente en la disciplina e incentiva el éxodo de personal calificado hacia actividades mejor remuneradas con independencia del nivel profesional requerido, al clausurar el XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, el 22 de febrero de 2014. Igualmente requiere modificación el Artículo 21 sobre la propiedad personal y la imposibilidad de explotación del trabajo ajeno, debido al surgimiento del trabajo por cuenta propia, las cooperativas no agropecuarias y los usufructuarios de tierras. Quedan pendientes importantes medidas como la unificación monetaria, que requieren comentario posterior.
Persisten el voluntarismo, la burocracia, la falta de conocimiento, la inexistencia de un mercado de venta al por mayor, los altos precios de los insumos para los productores que tienen que vender al Estado a bajos precios, muchas veces con demora del pago, el incumpliendo de los contratos y del pago por rendimiento, y la corrupción. Continúa achacándose a causas externas –bloqueo norteamericano– la baja producción industrial, obviando que se ha carecido de financiamiento o apropiada contratación, y a los problemas climáticos el descenso de la producción agrícola, ganadera y azucarera, ya sea por sequía o demasiada lluvia, sin reconocer el proceso de descapitalización, la eliminación de centrales, el deterioro progresivo de las tierras, la caña, los caminos, los sistemas de riego y el transporte, el marabú, la falta de instrumentos de trabajo, la desmotivación de los trabajadores, el éxodo del personal calificado, e inadecuados manejo de los animales y preparación de la alimentación.
La inviabilidad de los Lineamientos ha sido argumentada por expertos desde que se presentó el proyecto. Oscar Espinosa Chepe, en su libro “Cambios en Cuba: Pocos, Limitados y Tardíos”, reunió sus comentarios y propuestas acerca del documento (publicado en su blog en febrero de 2011): “Los lineamientos definen que primará la planificación y no el mercado, o sea continuará la burocratización de la sociedad, bajo rígidas normas centralizadoras, que imposibilitan la flexibilidad requerida para la actividad económica y la vida en general de la nación.
En la experiencia cubana se ha demostrado que la actividad privada tiene un carácter más social que la estatal. Esta última se ha caracterizado por la ineficiencia, la improductividad, el descontrol y la corrupción. El Estado en estos momentos quiere reducir la actividad individual a iniciativas de arbolitos bonsái, mediante tradicionales prohibiciones y cortapisas, altos impuestos y la carencia de mercados mayoristas. Un mecanismo configurado para mantener el estrecho control del Estado-Partido sobre la sociedad, temeroso de que el fortalecimiento y desarrollo de la actividad privada pueda convertirse en un peligro político para el grupo en el poder. No se trata de interpretar los problemas y señalar los riesgos que amenazan la nación, sino de la necesidad de ejecutar políticas radicales e innovadoras, que no pueden ser una actualización de un sistema inoperante, el núcleo generador de la crisis”. Actualmente diría que lamentablemente tuvo razón.