LA HABANA, Cuba. – Por estos días los gobernantes cubanos celebran el aniversario 60 de la denominada “Operación Verdad”. Se trató de una serie de conferencias de prensa ofrecidas por Fidel Castro, apenas unos días después de haber llegado al poder, para tratar de contrarrestar la campaña internacional que denunciaba las ejecuciones que tenían lugar en la isla de aquellas personas acusadas de haber colaborado con el depuesto gobernante Fulgencio Batista.
Ahora, en el evento conmemorativo que ha sesionado en el Hotel Nacional de Cuba, la propaganda oficialista ha insistido en el derecho que le asistía a la joven revolución de enjuiciar a los que consideraba “connotados terroristas, criminales y torturadores, causantes del dolor y luto de todo un pueblo”.
Lo primero que salta a la vista es la duda acerca de la exactitud del término “enjuiciamiento” como soporte de las referidas ejecuciones. Un repaso a la prensa de la época, en especial los tres números de enero de 1959 de la revista Bohemia que conforman la “Edición de la Libertad”, nos permite poner en tela de juicio la justeza de aquellos procesos.
En el primero de los tres números, con fecha 11 de enero, aparece el fusilamiento del comandante Alejandro García Olayón, que había sido jefe de la Policía Marítima de Santiago de Cuba. Se le imputaba un crimen del cual se declaró inocente momentos antes de ser pasado por las armas. De igual modo, estas páginas reflejan los fusilamientos, en el regimiento Leoncio Vidal, de la ciudad de Santa Clara, de 10 colaboradores de Batista. Los “juicios” de esos reos se celebraban en horas de la mañana, y ya en la tarde del propio día eran cadáveres. Todos esos fusilamientos fueron ejecutados por las tropas comandadas por el Che Guevara.
El segundo número de Bohemia, con fecha del18 al 25 de enero, publica fotos y detalles del fusilamiento del coronel Cornelio Rojas, jefe de la policía de Santa Clara. Además, las ejecuciones en Pinar del Río de cuatro colaboradores del comandante Jacinto Menocal, el cual, a su vez, había sido perseguido, acorralado y ultimado por turbas simpatizantes de Fidel Castro el propio día 1ro de enero. Este número también da cuenta de la muerte, en un intento de fuga mientras era llevado al pelotón de fusilamiento, del capitán Joaquín Casillas Lumpuy, acusado del asesinato del líder comunista Jesús Menéndez.
Un episodio que, como se conoce, ha sido cuestionado últimamente por algún que otro historiador no comprometido con el castrismo.
Por último, el tercer número, con fecha 1ro de febrero, informa acerca de los fusilamientos del teniente Enrique Despaigne, en Holguín; de 15 seguidores de Rolando Masferrer en Manzanillo; del capitán Isidoro López, en la ciudad de Colón; y del soldado José Rodríguez, conocido como “Pepe Caliente”, en el poblado matancero de Jovellanos.
Además, en los tres números de Bohemia aparecen los cadáveres de decenas de personas, ultimadas por una muchedumbre frenética, y cuyo único delito imputable era haber sido informantes de las autoridades batistianas.
Sesenta años después de aquellos hechos se han reunido en La Habana personajes como Ignacio Ramonet, Stella Calloni y otros incondicionales del castrismo, en un denominado Foro de Periodismo Internacional. Su presencia ahora es para refirmar que, de haber estado presentes en aquellas ya lejanas conferencias de prensa, ellos sí habrían creído en las “verdades” de Fidel Castro.