MIAMI, redacción. — En su novela Tres tristes tigres, Guillermo Cabrera Infante relata la vida nocturna de tres jóvenes en La Habana de 1958. El régimen cubano tidó la obra de contrarrevolucionaria, el escritor fue expulsado de la Unión de Escritores y Artistas, y calificado de traidor.
Radicado en Londres, crítico implacable del régimen castrista, nunca regresó a Cuba, y se negó a que sus obras fueran publicadas en la Isla comunista. Sus obras La Habana para un Infante difunto, y Mea Cuba, son alegatos demoledores contra el castrismo.
Cabrera Infante ganó el Premio Cervantes en 1997. La crítica declaró que el escritor encarnaba, como ningún otro, el estilo literario de la nación cubana.
El español Fernando Savater dijo del cubano: “Guillermo Cabrera Infante ha cultivado en el más alto grado el sentimiento cómico de la vida: pero no como opuesto al sentimiento trágico, sino como una variante que lo agrava al purificarle del superfluo patetismo de la seriedad”.
Nacido en Gibara, Oriente, el 22 de abril de 1929, el autor de Tres Tristes Tigres falleció en Londres, el 21 de febrero de 2005. Cubanet le rinde homenaje:
“Conozco La Habana gracias a Cabrera Infante”
José Hugo Fernández / Entrevista exclusiva a Fernando Savater a 10 años del fallecimiento del escritor ganador del Premio Cervantes.
Mis recuerdos de Guillermo
Orlando Jiménez Leal / El director de cine habla de los tiempos de Lunes de Revolución, de cenas en Nueva York, de su último encuentro con su amigo.
El exagerado Cabrera Infante
Luis Cino / A Cabrera Infante, sus enemigos, que eran muchos –desde los comisarios culturales hasta los envidiosos de su talento- lo acusaron, entre otras, de ser exagerado. Y en algunos sentidos tenían razón.
En cierta casa de Gibara falta una tarja
Alberto Méndez Castelló / “Carne al corte” dice un anuncio, escrito con tiza sobre un cartón, en la pared de la casa natal de Guillermo Cabrera Infante.
Caín
Monteiro R / Escribió novelas que eran su resguardo contra el olvido. Odió hasta su muerte a quienes destruyeron su ciudad y le expulsaron de ella. Y se vengó contándolo.