LA HABANA, Cuba, 1 de abril de 2013, Lucas Garve/ 173.203.82.38.- El Cardenal Ortega Alamino encabezó el oficio religioso habitual en la Catedral de La Habana en la tarde del pasado viernes 29.
Una vez terminado el ritual, a las 7 de la noche, con salida de la Plaza enmarcada por los viejos palacios de la nobleza colonial habanera, se dio inicio al Vía Crucis, en procesión por la calle Mercaderes. Fue un recorrido por la calle Amargura hasta la vieja Iglesia del Cristo enclavada en Teniente Rey y Compostela.
En las primeras catorce esquinas se detuvo la procesión para marcar cada estación del Vía Crucis y luego prosiguió el Santo Entierro con una imagen del Cristo yacente precedido por una banda de músicos.
Abrían la procesión una veintena de monaguillos con los portavelas y botafumerios; enseguida, el anda del Cristo Nazareno con su Cruz y a pocos metros el anda que portaba la imagen de La Virgen Dolorosa.
Cerca de un millar y medio de fieles acompañaron las imágenes durante el trayecto. Lamentablemente, la ausencia de velas en mano de los asistentes revelóla carencia de estos artículos en Cuba, donde por igual faltan tantos otros. Las velas en manos de los fieles hubieran contribuido a dar más realce a la procesión.
Al culminar el recorrido con las palabras y la final bendición del Cardenal Ortega Alamino cerró el evento.
El Viernes Santo fue un día feriado oficialmente y así lo será en años venideros por decisión gubernamental.