MIAMI, Estados Unidos. – La grave crisis que azota a Venezuela ha obligado al régimen de Nicolás Maduro a importar crudo por primera vez en los últimos cinco años, reveló el medio estadounidense Bloomberg.
El colapso económico ha repercutido negativamente en la estructura productiva de la industria petrolera venezolana, obligando a la dictadura a tener que comprar en el extranjero, hecho que no ocurría desde el año 2014.
Bloomberg asegura que los apagones y las sanciones impuestas por Estados Unidos también inciden negativamente en esa caída, que ha dejado la producción doméstica en menos de un millón de barriles diarios, mínimos históricos en lo que va siglo.
El pasado 8 de abril, un reportaje investigativo de CubaNet ya había adelantado la venta de petróleo por parte del régimen chavista.
La interrupción del suministro de energía cerró los campos petroleros, los oleoductos y los puertos. Ello generó la paralización de la infraestructura petrolera y, por tanto, que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) terminará comprando petróleo crudo de Nigeria, país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Casi un millón de barriles de crudo ligero y dulce comprados a la empresa petrolera Agbami y cargados a inicios de abril pueden ayudar a compensar la caída en la producción nacional. PDVSA también puede usar el aceite más ligero como diluyente para diluir el lodo crudo de Venezuela, de modo que se pueda extraer más fácilmente de los reservorios subterráneos.
Las corrientes que se mezclan con aceite ligero se comercializan como Merey 16, principal petróleo exportado desde el país. En ese sentido, el crudo comprado a Agbami probablemente se use para fabricar Merey, debido a que la producción de aceites livianos para uso doméstico ha ido disminuyendo con los años.
Los datos oficiales más recientes reflejan que la producción de crudo en Venezuela se redujo a la mitad entre 2006 y 2016.
En 2014, Venezuela importó crudo compró argelino para mezclarlo con petróleo extra pesado para un grado que se conoció como Mezcla 16. Sin embargo, PDVSA suspendió la mezcla en medio de desacuerdos con la petrolera estatal argelina Sonatrach y las quejas de las refinerías estadounidenses, históricamente, los mayores compradores de la empresa.