LA HABANA, Cuba, 21 de noviembre (Dania Virgen García, 173.203.82.38 ) –Por toda la capital se escucha a los vendedores por cuenta propia decir que entregarán las licencias de cuentapropistas debido a las excesivas exigencias de los inspectores.
Según explican, han sido visitados por inspectores, para informarles que después del 30 de noviembre no podrán vender ropas extranjeras, artículos comprados en las tiendas, útiles del hogar, ni CD’s o DVD’s que no sean originales.
Madelaine Caraballo, una vendedora por cuenta propia, explicó a esta reportera, que los inspectores les han comunicado que a partir del 1ro de diciembre, la ropa que vendan tiene que ser de confección artesanal, y no les permitirán vender algunos artículos de producción industrial como bombillos ahorradores, toma corrientes, encendedores.
También les han dicho que si no cumplen con las nuevas disposiciones les serán retiradas sus licencias y les impondrán multas elevadas.
Los cuentapropistas se quejan de que, al no existir un mercado mayorista, no tienen dónde comprar los artículos para el hogar que venden, si no es en las tiendas del estado, para luego revenderlos y obtener alguna ganancia.
“Nosotros no obligamos a la personas a que los compren”, dijo Madelaine.
¿Para qué vamos a confeccionar ropa, si sabemos que los clientes no van a comprar ropa casera?”, dijo una mujer en un portal de la calle Carlos III. Según explicó, la mayoría de la ropa que ella vende es traída por parientes suyos que residen en Miami y Ecuador.
Por su parte, los vendedores de discos explican que no tienen el dinero suficiente para comprar y vender los discos originales, que son muy caros y difíciles de conseguir y que a los precios que tendrían que venderlos nadie los podría comprar. Plantean también que con lo poco que ganan con sus ventas en la actualidad, casi no les alcanza para pagar el alquiler del lugar donde venden, la licencia y la seguridad social.
Muchos cuentapropistas aseguran que entregarán sus licencias al estado y volverán a vender los productos como lo hacían antes, en sus viviendas, por la izquierda, y que cuando sean descubiertos por los inspectores pagarán las multas, o los sobornarán.