MIAMI, Estados Unidos. — Romana Elena Burgues González fue su nombre de nacimiento en aquel febrero bisiesto de 1928. Los cubanos la conocerían como Elena Burke, una de las intérpretes más sensacionales de la América hispana. Podría decirse que sin su voz la historia de la canción cubana sería mucho menos interesante, a pesar de la existencia de otras grandes vocalistas.
La niña que fue Elena amaba la música, especialmente el tango. Tuvo que perseverar para abrirse camino en el espinoso mundo del espectáculo. En tres ocasiones consecutivas se presentó en el programa radial La Corte Suprema del Aire, que promovía a artistas noveles, y en cada una fue rechazada.
Pero Elena no entendía de miedo ni pesimismo. Siguió cantando para un grupo selecto de amigos, estudiando y perfeccionando su poderosa voz, convencida de que su oportunidad llegaría. Y así sucedió.
En 1943 firmó un contrato profesional con la emisora Mil Diez, donde cantó acompañada por una orquesta que dirigían los maestros Adolfo Guzmán y Enrique González Mantici. A la par actuaba en varios centros nocturnos, acompañada al piano por Dámaso Pérez Prado, quien tiempo después alcanzaría fama internacional como inventor del Mambo.
Formó parte de varios cuartetos, como los de Facundo Rivero y Orlando de la Rosa, con este último realizó una gira de seis meses por Estados Unidos, interpretando canciones que en Cuba gozaban de gran popularidad, entre ellas Vieja Luna, Nuestras vidas y Eres mi felicidad. Esos temas, en su voz de contralto, alcanzaron cotas inigualables.
En las décadas de 1940 y 1950 La Habana estaba inundada por el feeling, una variante de la canción que, hasta nuestros días, sigue indisolublemente ligada al nombre de Elena Burke. La Señora Sentimiento fue de las primeras mujeres en vincularse a este nuevo movimiento, junto a compositores como César Portillo de la Luz, Ángel Díaz, José Antonio Méndez, Adolfo Guzmán y Frank Domínguez.
Otras intérpretes de altos quilates, como Omara Portuondo, Moraima Secada y Marta Valdés, también prestigiaron la escena del feeling. De hecho, en agosto de 1952, la pianista Aida Diestro formó el cuarteto Las D´Aida, integrado por Elena, Moraima, Omara y su hermana Haydée, con el cual triunfaron rotundamente en cabarets como Tropicana y Sans Souci, considerados el epicentro de la vida nocturna habanera.
Memorables fueron sus actuaciones, la calidad de los arreglos de Aida Diestro y el acoplamiento perfecto entre cuatro voces y temperamentos diferentes. Todavía hoy se habla con admiración de Las D´Aida, cuya impronta trascendió aun cuando las cantantes decidieron continuar por separado.
La Burke, en particular, tuvo una carrera como solista llena de éxitos. Colaboró con los mejores músicos y cantautores, dejando para la posteridad grabaciones antológicas que siguen estremeciendo a los oyentes.
Elena tenía “esa cosa” en la voz que no aburre ni deja a nadie indiferente. Aunque sus interpretaciones hayan sido escuchadas mil veces, siempre hay tiempo para una más, para cantar con ella canciones que supo hacer exclusivamente suyas, como Lo Material, Ámame como soy, De mis recuerdos o Mis 22 años.
La Señora Sentimiento murió el 9 de junio de 2002, a los 74 años.