LA HABANA, Cuba, 23 de septiembre (Moisés Leonardo Rodríguez, 173.203.82.38) -La grúa, emplazada en la calle San Rafael esquina a Aramburu en Centro Habana, congrega cada día a un gran número de curiosos que, desde el 16 de septiembre, se detienen a presenciar la demolición de un edificio, antes destinado a comercios en su planta baja y a viviendas en los dos pisos superiores.
Una pareja que vive frente al lugar, explicó que años atrás algunos desconocidos se llevaron las maderas con que se apuntalaba el edificio y ello provocó los primeros derrumbes parciales, a pesar de los cuales hubo quienes siguieron viviendo en el lugar.
Aproximadamente tres años atrás y ante el inminente desplome del lugar, los residentes fueron reubicados en los repartos Bahía, Villa Panamericana y Alberro, todos en la capital.
Continúan explicando los vecinos que inmediatamente después que desalojaron el edificio, se hicieron presentes a diario los recuperadores de materiales por cuenta propia que fueron desmantelándolo poco a poco.“Se llevaron desde las losas de los pisos, hasta los marcos de ventanas y puertas y todo lo aprovechable hasta solo dejar la estructura principal y los balcones, como se ve ahora”.
Mientras me retiraba, porque ya desmontaban la grúa por haber terminado la faena del día, una gran algarabía me hizo mirar hacia atrás y ver al hombre al que todos regañaban a gritos, porque se encontraba bajo el esqueleto del edificio arriesgando su vida para recoger ladrillos entre los escombros dejados por la grúa.