MIAMI, Estados Unidos.- El santiaguero Jesús Sánchez Romero, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotor de la iniciativa Cuba Decide, se encuentra hace tres días en huelga de hambre.
Fue arrestado y golpeado el pasado día 5 de agosto en Jiguaní, provincia Granma, y conducido a la unidad policial del municipio.
Según declaraciones de José Daniel Ferrer, el jefe de la policía en Jiaguaní, nombrado Roger, informó a la esposa de Sánchez que no permitirían verlo y que será trasladado a prisión.
“Iba hacia la zona de Yara a comprar arroz y puré de tomate para traerlo a Santiago de Cuba, coordinamos que no se pasaría ni en una onza de la cantidad, bien poca, que permiten las autoridades para evitar problemas. También llevaba un poco de aceite que había comprado en varias tiendas para intercambiarlo honradamente por los productos antes mencionados”, explicó el coordinador general de la UNPACU.
Sánchez recibió —aseguró el grupo opositor— dos brutales golpizas de forma injustificada, y en protesta decidió dejar de comer. Esta decisión resulta peligrosa para el activista que padece de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y otras complicaciones de salud.
En el mes de mayo, Sánchez Romero sufrió dos detenciones arbitrarias y violentas acompañadas de dos allanamientos con confiscaciones, las cuales no se sustentaron legalmente.
En aquellas ocasiones se le ocuparon al activista mascarillas y detergente que había comprado la organización para distribuir en las comunidades santiagueras. Ninguno de los productos les fue devueltos, ni constaron en actas de objetos confiscados.
Desde entonces, pesa sobre él una acusación por el delito de “receptación”, y la UNPACU teme que pueda ser esta la justificación del Departamento de la Seguridad del Estado para sentenciar a Sánchez por segunda vez.
El ex prisionero político, de 42 años de edad, es uno de los que más destaca en Santiago de Cuba por su labor en proyectos sociales, mediante los cuales asisten a cientos de personas necesitadas de alimentos, medicinas y otros insumos de primera necesidad.
También los opositores Roilán Zárraga y Fernando González se encuentran desde junio acusados de “receptación”, por comprar 20 libras de pollo como parte del proyecto de alimentación que mantiene la UNPACU en Altamira con las familias más necesitadas.
Zárraga y González fueron dos de los tres compañeros de Ferrer que fueron encarcelados por seis meses, acusados del presunto delito de “lesiones” y ahora cumplen, al igual que su líder, prisión domiciliar.
Los delitos de “receptación” y “acaparamiento” forman parte de la extensa lista de violaciones comunes que, en medio de la crisis agravada por el coronavirus en Cuba, utiliza el Departamento de la Seguridad del Estado para encarcelar a los opositores y disidentes.
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