MIAMI, Estados Unidos.- Un editorial publicado hoy por el diario estadounidense The New York Times afirma que, desde que los gobiernos de Washington y La Habana iniciaron la normalización de las relaciones bilaterales en diciembre de 2014, “los cubanos han comenzado a debatir asuntos alguna vez tabú, y a criticar al gobierno más valientemente”. La gente de la Isla está “empujando progresivamente las fronteras de la libertad de expresión”, opina el Times.
El texto viene firmado por el periodista Ernesto Londoño, autor de otros editoriales que han puesto a Cuba en la mira de la opinión pública estadounidense. Según Londoño, los críticos del acercamiento impulsado por la administración Obama han dicho que esta política es un fracaso, teniendo en cuenta la rigidez que conserva el régimen cubano; sin embargo, “pierden de vista algo importante: la nueva relación ha hecho mucho por disminuir la cultura de miedo y obediencia que el Estado ha utilizado durante años para controlar a sus ciudadanos”.
The New York Times utiliza como ejemplo de esa pérdida de miedo a expresarse libremente la repercusión que tuvo en la prensa de la Isla la reciente deserción de los peloteros Yulieski y Lourdes Gourriel Jr., los hermanos que abandonaron la delegación cubana que asistió a la recién concluida Serie del Caribe en República Dominicana.
“En el pasado, cuando un atleta cubano se desaparecía durante un evento deportivo en el extranjero (…) no habría reconocimiento oficial (sobre el hecho) o mención en la prensa controlada por el Estado”, dice el editorial.
Al mismo tiempo que el periódico del Partido Comunista, Granma, publicaba una breve nota culpando a los atletas de “venderse a los mercaderes del béisbol rentado”, periódicos locales “daban detalles del suceso y se atrevían a lamentar el triste estado de la liga de la liga nacional de béisbol”.
El diario estadounidense agrega que este “no es un caso aislado”.
The New York Times cita como ejemplo las reuniones promovidas por “un grupo juvenil liderado por blogueros” que han criticado el apoliticismo en la juventud cubana, y menciona al bloguero oficialista Harold Cárdenas, autor de “La joven Cuba”, como uno de los exponentes de esa crítica. También hace alusión a los viajes de lujo del hijo de Fidel Castro, Antonio, aparecidas en el diario capitalino Tribuna de La Habana. Asimismo menciona el caso de un artículo publicado en una plataforma oficialista demandando una disculpa a Raúl Castro por el maltrato que recibieron los homosexuales en los primeros años del castrismo.
Al mismo tiempo que el diario neoyorquino publica este editorial, Cuba continúa como el país más represivo del hemisferio. Reportes recientes apuntan al incremento de las detenciones a activistas y periodistas independientes, y observadores internacionales de derechos humanos continúan poniendo a la Isla en la lista negra de los lugares con menos libertad de expresión.
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