LA HABANA, Cuba. — El 29 marzo de 1941 fue inaugurado el Teatro de Variedades “América”, con el estreno del filme All This and Heaven Too (El cielo y tú), del cineasta Anatole Litvak, protagonizada por Bette Davis y Charles Boyer. La imponente mole de estilo art déco, que ocupa casi una manzana completa en la céntrica avenida Galiano de La Habana, forma parte del complejo arquitectónico que en la Cuba republicana era conocido como Edificio Rodríguez Vázquez.
El inmueble consta de diez pisos con 67 apartamentos. En la planta baja, contiguo al teatro, se encontraban un cine (Radio Cine) y una cafetería-restaurante, que mucho han cambiado en seis décadas de socialismo.
El proyecto original incluía la construcción del cine, pero no un teatro. Fue el ingeniero y empresario Antonio Rodríguez Cintra —hijo del acaudalado Antonio Rodríguez Vázquez— quien decidió agregarlo, atendiendo a que la capital cubana necesitaba un recinto moderno y de mayor categoría dedicado a la cultura.
La conducción del proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Fernando Martínez Campos y Pascual de Rojas, que prefirieron erigirlo apegado a los códigos del art déco, muy de moda en las décadas de 1930 y 1940.
Dotada de una acústica perfecta, la sala teatral posee 1 775 butacas que proveen buena visibilidad desde cualquier punto del lunetario. El tratamiento decorativo transmite el sentido unitario propio de los elementos art déco, dotando al conjunto de belleza, armonía y elegancia, justo lo que buscaba el comitente. Moderno, suntuoso y muy bien emplazado, el América se convirtió rápidamente en el epicentro de la vida cultural habanera.
El popular tenor mexicano, Pedro Vargas, ofreció el primer show musical, el 22 de septiembre de 1941, y dos años después se estrenó la película El Fantasma de la Ópera, que se mantuvo en cartelera por varias semanas a petición del público.
En su prestigioso escenario actuaron artistas de la talla de Elena Burke, Rosita Fornés, Pedro Infante, Ernesto Lecuona, Josephine Baker, Benny Moré, Sara Montiel, Libertad Lamarque y una pléyade que sería imposible enumerar.
En la actualidad, el teatro América es de los pocos que han resistido la invasión del comején, los derrumbes y las filtraciones que devoran edificios emblemáticos de la cultura, como el Gran Teatro de La Habana, el Karl Marx (antes Blanquita), el Teatro Nacional y el Auditorium Amadeo Roldán. Su programación, que dentro de lo posible ha procurado mantener la tradición de espectáculos y variedades, atrae a mucho público, especialmente gracias a los shows humorísticos, como “La esquina de Mariconchi” y las ediciones del festival del humor “Aquelarre”.