MIAMI, Estados Unidos. — Cuba sufre en la actualidad una grave crisis de abasto de combustible marcada por la caída de los envíos de crudo desde Venezuela, algo que ya sucedió en septiembre de 2019.
Aunque el castrismo ha ido “resolviendo” con el crudo venezolano, desde hace años el país suramericano ha dejado de entregar el combustible suficiente para garantizar la demanda de la isla caribeña.
Caracas, que todavía arrastra varias de las sanciones impuestas por Estados Unidos entre 2013 y 2021, busca ahora producir suficiente combustible para sus propias necesidades, dejando a un lado las de La Habana.
De acuerdo con Reuters, las exportaciones de petróleo desde Venezuela hacia Cuba en lo que va del año se han reducido a 55.000 barriles por día (bpd) de casi 80.000 en 2020. Para compensar la disminución del crudo venezolano, el régimen de la Isla ha apelado a dos nuevos mecenas: México y Rusia.
Datos de la plataforma seguimiento de buques de Refinitiv Eikon compilados por la agencia británica indican que bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) México ha enviado un volumen creciente de combustible hacia Cuba.
Información de Refinitiv Eikon y Tanker Trackers precisa que el tanquero Bicentenario, propiedad de la petrolera estatal mexicana Petróleos Mexicanos (Pemex), ha descargado dos veces en abril en una refinería cubana en La Habana, de las pocas que producen gasolina en la Isla. Según Reuters, el navío fue visto el pasado domingo 23 de abril partiendo del puerto de La Habana.
Otro de los tanqueros que ha visitado La Habana al menos en dos ocasiones en lo que va de año es el Fortunato, un buque independiente que navega con bandera panameña.
El régimen cubano también ha importado desde noviembre al menos cinco cargamentos de Rusia, un proveedor desde hace mucho tiempo, así como combustible de diferentes terminales del Caribe y Europa, según muestran los datos.