Ser atleta en Cuba: no tantos privilegios como parece

Un exatleta que optó por mantener el anonimato, aseguró sentirse “muy decepcionado” por el éxodo de importantes figuras del deporte cubano, del cual responsabiliza al Gobierno de la Isla
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MIAMI, Estados Unidos. – “Los atletas cubanos no tenemos ningún privilegio. Solo talento. Creo que el privilegio es cuando llegas a un equipo nacional, que tienes un estipendio”, dijo a CubaNet un deportista cubano que se dedicó por años a la gimnasia artística.

El exatleta, que optó por mantener el anonimato, aseguró sentirse “muy decepcionado” por el éxodo de importantes figuras del deporte cubano, del cual responsabiliza al Gobierno de la Isla. 

“Aquí en este país no se les da apoyo, no se les convence con todo lo que eso lleva desde el plano económico, desde el plano familiar, desde las situaciones que tienen en la vida como personas, por lo que ahora mismo hay una emigración tan fuerte de los deportistas de primer nivel de Cuba, que han pasado toda su vida dedicada al deporte y sin ver resultados”, lamentó el otrora gimnasta.

Para el entrevistado, “siempre tienes el plan de buscar la estabilidad, de poder ayudar a tu familia. Creo que como único logras eso, y las cosas que siempre soñaste, es saliendo de aquí del país”, dijo.

“Muchos [deportistas] de ahora que se están yendo ahora jóvenes tienen un futuro por delante. Creo que la mentalidad del cubano siempre es avanzar, tirar pa’lante. Somos un pueblo que ha demostrado que eso, con todo los problemas que tiene, el hambre, las necesidades… A lo mejor a los 40 tú llegas allá [el extranjero] y tienes que replantearte otro trabajo, pero creo que ya estás convencido de que tu momento pasó y de trabajar en lo que venga, simplemente eso”, aseguró.

Con respecto a ser deportista en Cuba, apuntó que los atletas nacionales merecían la “la medalla del honor”.

“Es muy difícil (…). Empiezas muy temprano y tienes que separarte de las personas con las que siempre has convivido ―tu mamá, tu papá, tu familia― y hacer una vida fuera de ese lugar”, detalló.

“Te puedo decir que en ese tiempo que yo empecé estaba muy difícil; se pasaba mucha hambre. Recuerdo que en mi propia escuela estuvimos 15 o 20 días comiendo tenca y yo no comía pescado. Se pueden imaginar 15 días con pescado y 15 días sin comer, desayunando bolas de papa y bolas de fongo y aguazúcar”, contó.

Puedes escuchar la entrevista completa aquí:

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