MIAMI, Estados Unidos. – La gravedad de la pandemia del coronavirus ha obligado a grandes empresas farmacéuticas a redoblar esfuerzos para encontrar una vacuna que frene la ola de contagios y fallecimientos a nivel mundial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta una cifra de infectados superior a 3 250 000, mientras que los fallecimientos por causa de la COVID-19 rondan los 230 000.
Aunque expertos de diferentes países aseguran que las investigaciones se llevan a cabo a “una velocidad extraordinaria”, en la mayoría de los casos, las vacunas solo estarían listas para el próximo año.
A continuación, veamos seis de los proyectos más importantes en desarrollo.
mRNA-1273 – Moderna Therapeutics (Estados Unidos)
La vacuna está siendo desarrollada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) y por la empresa de biotecnología Moderna Inc., con base en el estado de Massachusetts.
La mRNA-1273 es un fármaco producido bajo un proceso de fiabilidad comprobada, con el objetivo de que su aplicación sea segura para todos los pacientes.
“Esta vacuna usa una tecnología preexistente. Fue creada con un estándar muy alto, empleando cosas que sabemos que son seguras para las personas y quienes participan en el ensayo serán sometidos a un seguimiento muy riguroso”, dijo a la cadena BBC el doctor John Tregoning, experto en enfermedades infecciosas del Imperial College de Londres.
A diferencia de las vacunas contra otros virus, la mRNA-1273 no fue creada con secuencias del SARS-CoV-2, patógeno causante de la COVID-19. En lugar de ello, incluye un segmento pequeño de un código genético copiado del virus que los científicos han sido capaces de crear en un laboratorio.
Se espera que la vacune prepare al propio sistema inmune del cuerpo para combatir la infección real.
Sin embargo, incluso si las pruebas iniciales van bien, podría tomar hasta 18 meses para que una vacuna potencial esté disponible para el público en general.
INO-4800 – Inovio Pharmaceuticals (Estados Unidos)
La INO-4800 es la apuesta de Inovio Pharmaceuticals, una pequeña compañía con sede en Pennsylvania. Se trata de la segunda vacuna potencial contra el coronavirus que inicia ensayos en humanos en los Estados Unidos.
La propia empresa dijo el pasado 6 de abril que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aceptó su solicitud sobre un nuevo fármaco de investigación para la INO-4800, su vacuna candidata de ADN concebida para evitar la infección de la COVID-19.
Gracias a ese esfuerzo, Inovio Pharmaceuticals ha recibido fondos de la Fundación Bill y Melinda Gates y la Coalición para las innovaciones de preparación para epidemias.
Queda esperar si la vacuna resulta suficientemente segura para las pruebas más amplias necesarias y para demostrar si protege o no. Incluso, si la investigación se desarrolla bien, se espera que se requiera más de un año antes de que alguna vacuna esté ampliamente disponible.
AD5-nCoV – CanSino Biologics (China)
Un laboratorio chino avanza a la segunda fase de pruebas de la vacuna contra el coronavirus con AD5-nCoV, de CanSino Biologics, que está reclutando a 500 voluntarios para someterse a la nueva droga. Es la segunda estación para encontrar un remedio que prevenga COVID-19.
La noticia sobre la obtención de una vacuna que podría ser “exitosa” contra el coronavirus COVID-19 fue informada por el régimen chino el pasado 17 de marzo. Ese día, el Instituto Militar anunció que se iniciarían las pruebas en un grupo reducido de voluntarios para comprobar que el tratamiento pudiera ser efectivo contra la nueva cepa.
LV-SMENP-DC – Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen (China)
Frente a la pandemia, China inició los ensayos clínicos de más de una vacuna contra el coronavirus. La vacuna LV-SMENP-DC del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen está centrada en el uso de células dendríticas modificadas con vectores lentivirales.
Vacuna de virus inactivado – Instituto de Productos Biológicos de Wuhan (China)
Más de 70 laboratorios iniciaron estudios para lograr la defensa de la vacuna elaborada en el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, China, lugar donde comenzó la pandemia. Se trata de una vacuna inactivada, es decir, consistente en microorganismos que se han matado a través de procesos físicos o químicos. La misma se produce de manera conjunta con la empresa Sinopharm.
Según la publicación económica especializada Caixin, el proyecto -que cuenta con el apoyo económico del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China- probará la vacuna en 1 396 voluntarios reclutados en la provincia de Henan (en el centro-este del país asiático) en sus dos primeras fases, que se prevé duren hasta el 10 de noviembre de 2021.
ChAdOx1 – Instituto Jenner de la Universidad de Oxford (Reino Unido)
Sarah Gilbert, profesora de vacunología de la Universidad de Oxford, trabaja en una vacuna contra el coronavirus que podría estar lista para uso público para el mes de septiembre, informó el periódico londinense The Times.
El grupo ya ha desarrollado una primera versión de la vacuna, que estará lista para entrar en ensayos clínicos en dos semanas. Para Gilbert, su vacuna tiene un 80 por ciento de posibilidades de éxito. Para que una vacuna pueda ser lanzada en septiembre, habría que fabricar millones de dosis incluso antes de que estos estudios concluyan.
La enfermedad COVID-19 ya mató a más de 230 000 personas según la Universidad Johns Hopkins, que maneja el centro de datos más confiable desde que se desató la pandemia, en base a reportes de cada país.
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