GUANTÁNAMO, Cuba, 13 de agosto de 2013, Roberto Jesús Quiñones Haces/ www.cubanet.org.- El pasado viernes 9 de agosto, Cubanet publicó la noticia Cargan con cuentapropistas del textil en Guantánamo, donde informamos de un operativo realizado el día seis en contra de los trabajadores por cuenta propia dedicados a la venta de ropa de procedencia industrial, los propietarios de las llamadas perchas, quienes ocupan algunas de las zonas más céntricas de esta ciudad. Sin embargo, el sábado 10 de agosto, en pleno carnaval, algunas perchas volvieron a ser reemplazadas en sus lugares de venta habitual y el lunes 12 casi todos los portales de la calle Martí, entre Mármol y Prado, volvieron a ser ocupados por los mencionados cuentapropistas.
Al indagar sobre el retorno de las perchas con un trabajador dedicado a este negocio y que pidió anonimato, este reportero conoció que el mismo día del operativo un grupo numeroso de cuentapropistas se dirigió a la delegación provincial del MININT y pudo acceder a un oficial con grados de Coronel que es el jefe de la policía de la provincia y lleva poco tiempo en Guantánamo tras haber sido designado por el Ministro del Interior. Según la fuent,e el oficial los atendió con prontitud y cortesía y les hizo saber que desconocía de dicho operativo. De inmediato, el Coronel comenzó a citar a su oficina a los responsables del operativo y ordenó la devolución de la mercancía ocupada a los cuentapropistas, algo que ocurrió en el transcurso de la semana y en algunos casos acompañado del disgusto y el maltrato de los agentes de la policía encargados de cumplir la orden del Coronel.
Según la propia fuente anónima, todo parece indicar que el operativo se debió a un error de la jefatura de la policía en el municipio o a un “ libretazo” . Lo cierto es que las perchas han regresado, al menos por el momento, mientras el gobierno resuelva lo concerniente a la definición jurídica de la actividad, pues como señaló el señor Marino Murillo Jorge en su última intervención ante la Asamblea Nacional, la licencia no permite la comercialización de ropa de procedencia industrial. Sin embargo, esta violación, lejos de ser atacada a tiempo, se permitió desde que este negocio proliferó por todo el país y hasta la fecha se les ha cobrado el impuesto a los cuentapropistas, lo cual constituye una contradicción que aún se desconoce cómo será resuelta.
Los cuentapropistas que pudieron ser perjudicados por el operativo están satisfechos con la atención recibida y con la subsanación de lo que a todas luces era una evidente injusticia.