MIAMI, Estados Unidos. – El opositor Evert Luis Hidalgo Ladrón de Guevara, integrante de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), enfrentará un juicio por el supuesto delito de “desacato”.
La notificación recibida indica que el joven de 25 años deberá presentarse en el Tribunal Provincial de Santiago de Cuba el próximo 3 de diciembre.
De acuerdo con Hidalgo y su familia, la Seguridad del Estado ha mantenido una política represiva en su contra debido a su militancia en la UNPACU.
“He sido multado arbitrariamente, detenido en la vía pública y golpeado frente a mi hija de tres años de edad. Mi esposa ―que está embarazada― ha sido detenida junto a mí y advertida de que si no abandono la organización tendremos consecuencias”, contó Hidalgo a CubaNet.
Según el también promotor de Cuba Decide, el objetivo del régimen cubano es “sacarlo de las calles y arrancarlo de su familia”. “Todo esto es por mi activismo político. Mi hija y mi esposa dependen de mí económicamente. Si me condenan será por motivos políticos”, reiteró.
Su madre, la activista Ada Ibis Ladrón de Guevara, declaró: “Mi hijo no es un delincuente. Somos una familia católica, que siempre ha mantenido una conducta excelente. Nuestro único delito, si así quieren decirle, es decir abiertamente que en Cuba hay una dictadura y luchar desde nuestras ideas para cambiar el sistema. Eso nos ha costado represión, sufrimiento, pero también la tranquilidad de hacer lo correcto”.
“Mi esposo Ebert, mis hijos y yo, somos miembros de la UNPACU desde hace más de tres años. Nuestra casa permanece vigilada por agentes del régimen; además, por una cámara que mantienen en la esquina para ver cada paso que damos. Mi esposo ha sido detenido en muchas ocasiones y siempre que lanzan amenazas mencionan a nuestros hijos. Evert Luis ya ha sido golpeado y yo siento que algo grave puede pasarle”, finalizó.
En marzo pasado, Hidalgo fue multado con una cuota de 2 000 pesos, luego de ser fuertemente golpeado en la puerta de su vivienda por varios oficiales de la Seguridad del Estado. Luego, en junio, fue detenido junto a su esposa, que fue liberada poco después mientras él era confinado en un calabozo.
A raíz de las protestas masivas del 11 de julio, el joven fue arrestado y permaneció cinco días en un calabozo de la unidad policial El Palacete. Después, fue liberado con 3 000 pesos de multa y una acusación por los supuestos delitos de “desacato” y “desorden público”.
La última amenaza en su contra provino de la Policía política, el pasado 15 de noviembre. Diez días antes, tanto Evert Luis como su padre fueron citados para presentarse en El Palacete. El interrogatorio duró más de tres horas y fueron advertidos de que si continuaban su activismo serían enviados a prisión.
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