HOLGUÍN, Cuba.- A fines del año pasado, Eloísa perdió a su hijo Enrique, un joven de 21 años que falleció tras ser apuñalado seis veces durante una reyerta en un centro nocturno de la ciudad de Holguín.
Los vecinos cuentan que el joven recibió las heridas cuando intentaba defender a un amigo que era agredido por dos hombres.
El fiscal que atiende el caso le ha prometido a la sufrida madre que todo el peso de la ley caerá sobre los culpables, pero ella dice que eso no le devolverá la vida de su hijo.
Este es uno de los tantos casos que forman parte de las estadísticas policiales que indican un aumento de los homicidios en el territorio en el 2015 con relación a años anteriores, según dio a conocer Eugenio Aldana, vice fiscal jefe de los procesos penales en el municipio, en declaraciones a Radio Holguín.
El magistrado reconoció que estos hechos están aparejados al incremento de la portación y tenencia ilegal de armas lo que ha derivado en “homicidios, desórdenes públicos o riñas tumultuarias y atentados con alteraciones del orden público que a la vez han tenido consecuencias negativas en la sociedad.”
Lo que ha causado alarma en la ciudad es el dato de que las personas procesadas bajo estos cargos son jóvenes con edades entre 16 y 20 años, según reveló el funcionario.
Anunció además que como medida para atenuar esta situación, las autoridades iniciarán la operación “Arma cero”, una acción inédita que pretende disminuir la portación y tenencia ilegal de armas, previsto como un delito en los artículos 211 y 214 del código penal de Cuba.
“El delito de portación y tenencia ilegal de armas, tal y como está establecido en nuestro código penal, es la portación de cualquier objeto, armas de fuego, cuchillas, navajas etc., con la intención de cometer un delito o con la presunción de que se comenta”, precisó Aldana.
Recordó que la ley establece que la sola portación del arma en un lugar donde exista aglomeración de público es un hecho considerado como de mayor peligrosidad social.
Como parte de la operación “Arma cero” se realizarán acciones penales, educativas y preventivas con la actuación de las autoridades policiales y de justicia.
“En las comunidades los fiscales realizarán labores profilácticas que incluye todo lo que tiene que ver con la divulgación jurídica”, informó el vice fiscal.
Por la portación y tenencia ilegal de armas se aplicarán sanciones privativas de libertad, aunque “nuestra primera labor, no solo de la fiscalía, sino de todos los órganos tanto policiales como del Ministerio del Interior, como el propio tribunal, es prevenir”, aclaró el funcionario.
La operación “Arma cero” estará apoyada por Ciudad segura, un proyecto que comenzó hace dos años para vigilar las zonas céntricas de la ciudad a través de cámaras colocadas en sitios estratégicos.
Otra medida preventiva se está aplicando en las entradas de los centros recreativos de la ciudad con más concurrencia, donde cada persona que entra es chequeada con un detector de metales para encontrar una posible arma.
El caso de violencia más comentado el año pasado fue el ocurrido durante la tarde del 29 de septiembre cuando un individuo, que intentaba robar una botella de vino en una concurrida tienda de la ciudad, apuñaló en el pecho a un agente de la seguridad de la unidad comercial.
Durante la huida fue perseguido por un policía que al verse agredido, le disparó al delincuente en plena calle provocándole una herida de bala en una pierna. El suceso conmocionó a la población holguinera y obligó a los medios de comunicación, en una decisión inusual, divulgarlo en sus principales espacios informativos.
Los estudios sobre el tema han señalado que entre las causas que estimulan los actos violentos en Holguín están las deficiencias en el medio familiar y escolar, mal uso del tiempo libre, agresividad divulgada por los medios audiovisuales, dificultades e insatisfacciones en la vida cotidiana, insuficientes opciones recreativas, expansión del alcoholismo y la persistencia de barrios o localidades asociados a situaciones socioeconómicas desventajosas donde se reproducen conductas violentas.
Para disminuir la violencia también se ha solicitado una mayor eficacia en la detección temprana de menores con problemas de conducta, una mejor labor sobre los jóvenes para evitar que se desvinculen del estudio y el trabajo, así como incrementar las acciones preventivas sobre las familias disfuncionales.