LA HABANA, Cuba, marzo (Yaremis Flores, 173.203.82.38 ) -Los miembros de la cultura rastafari, en nuestra isla, son vinculados con frecuencia, a la delincuencia y la marginalidad. El rasta Héctor Riscart Mustelier, fue apresado el miércoles 16 de noviembre de 2011, por un presunto delito de tráfico de drogas y resistencia a la autoridad. La detención ocurrió a las dos de la madrugada, fuera del Cabaret Nacional, en Centro Habana, tras una actuación del grupo musical ‘Herencia’ bajo su dirección. Posible sanción: 10 años de prisión.
“Los guardias querían revisarme frente a todos. Les pedí que me esposaran y me llevaran a la Estación. Soy artista y eso es una violación a mi honor” contó Héctor, más conocido por ‘El Ñaño’. “Un policía se alteró, me golpeó y tendido en el suelo me esposó. Mi turbante ya había caído al piso” agregó.
Agentes del orden público de la Habana Vieja, participantes en la detención, reconocieron que el sospechoso entregó su carné de identidad y luego “con el propósito de impedir la operación, se zafó dando tirones con su cuerpo. Se quitó el turbante que cubría sus ‘dreadlocks’ (forma de llevar el pelo los rastas), develando dos envoltorios con 65 gramos de marihuana”, según consta en las conclusiones provisionales de la Fiscalía, con fecha 30 de enero de 2012.
La acusación se basó en las declaraciones de los uniformados. No obstante, el rasta señaló la existencia de intereses personales en su detención. “Un oficial de la Dirección Nacional Antidroga quien se hizo llamar Yoandris, me propuso que trabajara con él, yo me negué y me advirtió que me iba arrepentir”.
Otra evidencia de los acusadores, es la muestra de orina del detenido, la cual ratificó la presencia de marihuana en su organismo. Resultado que confirma el consumo de la droga, -no sancionable según leyes cubanas- pero no demuestra las circunstancias del presunto hecho que le imputan.
‘El Ñaño aseguró que su declaración puede ser corroborada por las cámaras de seguridad del lugar. “Exijo la presentación de las filmaciones, que deberían estar al servicio de los ciudadanos” dijo. Pero se rumora que –convenientemente- las cámaras de seguridad no funcionaron esa noche. El Ñaño también denunció el miedo de su abogada a enfrentarse a las autoridades.
Aunque la Fiscalía asegura que el acusado “estaba comercializando la sustancia adictiva en el interior del cabaret” no consta la ocupación de dinero, como fruto del aparente negocio. Tampoco se ocupó droga en el registro efectuado en su vivienda. El Fiscal también aseveró “el encartado se reúne con muchos traficantes de droga” sin embargo omitió sus nombres y el por qué esos supuestos ‘traficantes’ no están encarcelados.
Acorde a información recibida la pasada semana, proveniente de la esposa del apresado, el Tribunal ya comunicó que el juicio se celebrará a puertas cerradas, del 10 al 15 de abril. La sede no será el Tribunal Provincial de La Habana, aunque este delito es de su competencia. En este caso los jueces de la instancia provincial se trasladarán al Tribunal Municipal de Diez de Octubre, sede habitual de delitos interés de la Seguridad del Estado, donde se celebró el juicio contra Alan Gross (contratista estadounidense sancionado a 15 años de privación de libertad).
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