MIAMI, Estados Unidos.- Este lunes una jueza mexicana dictó prisión preventiva al cubano acusado de asesinar a puñaladas a su coterráneo Osmani Bademira, informó la agencia de noticias EFE.
El asesinato ocurrió el pasado 19 de julio en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, donde ambos cubanos se encontraban esperando para cruzar y pedir asilo político en Estados Unidos.
Osvel Nápoles Robaina, de 37 años de edad y natural de Camagüey, asesinó presuntamente a Osmani Baldemira, a quien conoció en Costa Rica y con quien hizo desde entonces el viaje, porque dice que estaba siendo víctima de racismo.
De acuerdo a la nota de EFE, Nápoles se presentó ante la jueza como la víctima del ahora muerto. “Yo soy de Camagüey y los de Holguín son burgueses, yo soy negro y él era blanco, no me respetaban”, dijo en el juzgado.
En su declaración, Nápoles aseguró que mató a Baldemira por el racismo que sufría.
“No quiero saber nada de estos cubanos”, dice que fueron sus últimas palabras antes de herir de muerte a Baldemira, quien falleció desangrado ese mismo día.
De acuerdo a testigos, cuando ambos cubanos se conocieron en Costa Rica, Nápoles no tenía dinero y Baldemira se ofreció ayudarlo a llegar junto a él a la frontera de México con Estados Unidos.
Entretanto, poco después del asesinato, Nápoles se refugió en casa de un hombre mexicano de la tercera edad, que le ofreció techo y trabajo. En esa misma casa fue detenido, ante la sorpresa de todos, por la policía mexicana este domingo.
Los vecinos mexicanos no conocían lo que había hecho el cubano y lo definían como un hombre “bueno, trabajador y tranquilo”.
La jueza que atendió este lunes el caso del acusado de asesinar a su compatriota determinó que el cubano tendrá una audiencia de vinculación a proceso penal este viernes 6 de septiembre.
En Cuba, la viuda de Osmani Baldemira había pedido justicia. “No me va a devolver a mi esposo vivo, pero quiero justicia”, dijo a EFE Kenia Beatriz Trujillo.
Residentes en Velsco, Holguín, la familia de Baldemira pudo finalmente enterrar a su ser querido el pasado miércoles, un mes y medio después de haber sido asesinado, luego de sortear con éxito un complicado proceso de expatriación del cuerpo, del cual tuvo que hacerse cargo la Fiscalía General de Justicia en Ciudad Juárez, ya que la familia no tenía el dinero y el gobierno cubano no ayudó en el caso.
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