MIAMI, Estados Unidos. – El preso político cubano Armando Sosa Fortuny, acusado de “infiltración, entrada ilegal a Cuba y otros actos contra la Seguridad del Estado” y condenado a treinta años de prisión pese a presentar un delicado cuadro de salud, informó Radio Televisión Martí.
El pasado fin de semana, el reo, de 76 años, estuvo en estado grave pese a una aparente “bronconeumonía”. Pese a ello, una vez otorgada el alta médica este martes, Sosa fue enviado de regreso a La Empresita, una prisión de tránsito localizada en Camagüey.
De acuerdo con Graciela Suárez, la mujer que lo atiende, el padecimiento del recluso pudo estar vinculado a un alimento ingerido en La Empresita.
“El viernes en horas de la tarde le dieron una carne un poco extraña que a él no le gustó mucho. En la mañana del sábado presentó muchos vómitos, él es diabético. Entonces se lo llevaron y lo ingresaron en el hospital Amalia Simoni”, relató Suárez a Martí.
Aunque una de las enfermeras del cuerpo de guardia del hospital señaló que se trataba de una bronconeumonía, el médico que le atendió explicó que no fue tratado por bronconeumonía, sino debido a una descompensación del azúcar producto de los vómitos, cuadro agudizado por su condición de diabético.
No obstantes sus padecimientos, Sosa Fortuny seguirá preso. Ello, pese a haber cumplido 26 de los treinta años a los que fue condenado.
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