MIAMI, Estados Unidos.- Aunque varias familias cubanas en algunos municipios de la capital se quejaron de las inusuales características que estaba presentando la leche en polvo fortificada que reciben los niños menores de un año, el gobierno emitió una nota aclaratoria en la que asegura que la leche está en perfectas condiciones y lo que pueda tener es culpa del embargo de Estados Unidos.
Según el texto emitido por el diario oficialista Granma para “aclarar inquietudes”, las familias reclamaron que la leche no se diluía ni era tan amarilla como de costumbre, y su gusto era diferente al habitual, pero el Complejo Lácteo de La Habana explicó que el producto no tiene ningún tipo de irregularidad en su composición físico-química.
El texto comenzó con una explicación política que habla del loable esfuerzo que hace el gobierno para comprar este año 48 000 toneladas de leche en polvo, teniendo en cuenta “las sanciones y restricciones financieras de la que es objeto nuestra nación, además de que cada tonelada le cuesta a la Isla entre 3 400 y 3 600 dólares”.
Más adelante siguió con las declaraciones de Dailys Álvarez Delgado, directora de Calidad y Tecnología del Complejo Lácteo capitalino, quien reconoció que la leche tenía características inusuales, pero “pudimos comprobar que la leche fortificada que se distribuyó cumple con los estándares requeridos, ya sea desde el punto de vista nutricional, o en cuanto a su aspecto, olor y sabor. Los análisis sensoriales y microbiológicos dieron conformes”, dijo.
La leche con características inusuales proviene de la Empresa de Productos Lácteos y Confitería de Pinar del Río, dijo la funcionaria, y agregó que el producto objeto de inquietudes llegó a Cuba específicamente de Polonia, uno de los países proveedores de la industria láctea del país, entre los que también se encuentran Nueva Zelanda, Argentina y Holanda.
Supuestamente, la variedad de proveedores puede ser uno de los motivos por los que en ocasiones el alimento presenta características de sabor o aspecto diferentes, y la que viene de Polonia, señaló, “tanto la descremada como la entera”, tienen usualmente una textura diferente.
Estas declaraciones fueron sostenidas por Emilia Aguirre López, directora del área de Regulación y Control de Producción de la Empresa Láctea de Pinar del Río. “Las pruebas de laboratorio arrojaron que la leche en cuestión se disuelve adecuadamente, el sabor es correcto y no tiene ninguna característica sensorial ni microbiológica afectada”, dijo.
Y agregó que “teniendo en cuenta el sector al que va dirigida esta leche, existe un gran rigor en el control, desde el proceso de fortificación hasta el producto terminado. Que sea más amarilla, más gruesa o más fina, dependerá de la planta productora y de la tecnología que se haya utilizado en el país de origen”.
El acceso a la leche, uno de los productos básicos más importantes para la familia, se ha convertido prácticamente en un lujo para los cubanos. Solo a los niños menores de siete años el gobierno les da una cuota de leche en polvo, que en muchas ocasiones no alcanza o es de mala calidad.
Así mismo, desde noviembre de 2018 la escasez de leche se hizo más crítica a nivel nacional “al punto de que quienes vendían por la izquierda la bolsa normada de 1kg a 80 pesos, han inflado el precio hasta 120 pesos (5 CUC)”.
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