LA HABANA, Cuba, 18 de mayo (Agencias, 173.203.82.38) – El opositor Oswaldo Payá, líder del ilegal Movimiento Cristiano Liberación, acuso el viernes a los intelectuales laicos cercanos al cardenal Jaime Ortega de ser excluyentes y actuar como “comisarios políticos”, según reportes de la Agencia France Presse.
Los intelectuales laicos que escriben en las revistas del Arzobispado de La Habana “imponen líneas, determinan a quien excluir o incluir y actúan como verdaderos comisarios políticos, muchas veces en el mismo estilo represivo del Gobierno”, afirmó Payá, Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo.
“El alineamiento de algunos laicos católicos, no representativos de la mayoría, con esa doctrina o estrategia del Gobierno, les ha dado poder dentro de la Iglesia para dominar publicaciones como Espacio Laical y Palabra Nueva, centros de contenido cultural y eventos”, dijo Payá.
El opositor no mencionó nombres en el comunicado que envió a la prensa, pero se refería a Orlando Márquez, portavoz del Arzobispado de La Habana y director de la revista Palabra Nueva, y a Lenier González y Roberto Veiga, editores de la revista Espacio Laical.
El cardenal Ortega hizo polémicas declaraciones en una reciente visita a la Universidad de Harvard, donde tildó de “delincuentes” a un grupo de disidentes que en marzo pasado ocupó una iglesia en La Habana en demandas de mejoras económicas y sociales. Ortega añadió que la protesta, y otras que ocurrieron en la isla simultáneamente, fue una acción coordinada desde Miami.
Las palabras del arzobispo de La Habana causaron indignación en la comunidad cubana dentro y fuera de la isla por considerarlas inexactas y a tono con la política del Gobierno cubano. La Iglesia cubana alegó que las declaraciones de Ortega habían sido “sacadas de contexto”.
Márquez respondió el miércoles en Palabra Nueva a las reacciones contra el cardenal, diciendo que su postura “es la misma de (el papa) Benedicto XVI: procurar la transformación de la sociedad hacia más inclusión, más oportunidades ciudadanas, menos restricciones y más libertades”.
En su artículo de defensa a Ortega, Márquez menciona ejemplos de cómo el cardenal defendió a muchos cubanos de actos “bárbaros, incivilizados e inhumanos”, incluyendo su condena al crimen cometido por las autoridades de la isla con el hundimiento del remolcador “13 de marzo” en julio de1994.
Esa enumeración de eventos represivos en el artículo de Márquez, que incluye además arbitrariedades contra curas “incómodos”, fue considerada por muchos observadores como una confirmación de la Iglesia cubana sobre violaciones de los derechos humanos en la isla por parte del Gobierno castrista, con el que ahora prepara un diálogo “incluyente”.