MIAMI, Estados Unidos.- Panamá deportó a 13 cubanos a Colombia, el país desde donde habían llegado a la nación del istmo, luego de que el grupo permaneciera recluido en un centro de detención para extranjeros en la capital.
“Nos esposaron y nos montaron en un ómnibus y vamos custodiados camino a la frontera con Colombia”, dijo a Martí Noticias Oscar Díaz, desertor de la misión médica en Venezuela que entró, al igual que los demás inmigrantes, de manera irregular a Panamá.
Detrás dejaron a un solo cubano que permanece detenido por las autoridades panameñas. El grupo había iniciado una huelga de hambre este miércoles en el penal Altos de Curundú, tras quedarse allí por más de 5 meses, reclamando que les permitieran continuar hacia Costa Rica.
El gobierno panameño había ignorado la carta enviada por la Comisión de Paz y Justicia de la Conferencia Episcopal de ese mismo país, pidiendo visitarlos en prisión.
“Se trata de otra canallada del Consejo de Seguridad de Panamá, el Servicio Nacional de Inmigración, en fin, del gobierno panameño”, dijo sobre la deportación el diácono Víctor Berrío, director de la Pastoral Social Cáritas Panamá.