MIAMI, Estados Unidos.- Un expolicía venezolano ha relatado cómo sus superiores le ordenaban alterar las escenas del crimen para incriminar a la oposición al régimen de Nicolás Maduro.
Según publica El Pitazo, Luis Guillermo Parra Navas, quien se desempeñaba como inspector de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), adscrito a la Brigada de Acciones Especiales (BAE) de la sede principal en Caracas, fue testigo de órdenes ejecutadas contra ciudadanos inocentes por parte de sus compañeros de trabajo y superiores.
Los hechos ocurrieron concretamente en diciembre de 2016, según relató Parra Navas. “La oposición venezolana tenía pautada su agenda de protestas en el país, la Guardia Nacional debía reprimirlas a como diera lugar. Si en algún momento aparecía una muerte del lado opositor, por orden de los jefes debíamos alterar la escena del crimen y colocar los elementos comprobatorios haciendo parecer que la muerte fue causada por ellos y no por los cuerpos de seguridad”, contó.
Sin embargo, “su formación humanista, de hombre de fe y de respeto a la dignidad humana, le hizo cuestionar el accionar de estas personas que forman parte de ese organismo de investigación”, afirma el reporte.
“Con más de 15 años de experiencia”, Parra “se sentía orgulloso de su profesión”, añade El Pitazo.
El hoy expolicía no podía entender haberse formado para proteger y perseguir el delito, y entonces afectar a personas inocentes.
Parra rechazó de manera pública aquellos actos. “Me acusaron de traición a la patria y me destituyeron de mi cargo y tuve que huir de Venezuela”.
“Vete, que te andan buscando para matarte”, le informó por teléfono luego uno de sus excompañeros de trabajo. Le dijeron que tenía 30 horas para desaparecer, las cuales debía aprovecharlas bien, porque de ello dependía su vida.
Luis Guillermo Parra huyó a Colombia y llegó hasta Panamá, donde alega que intentaron secuestrarlo. Actualmente se encuentra bajo la protección de la Cruz Roja Internacional, la ONU, la ACNUR y la Oficina de Atención Al Refugiado de Panamá.