LA HABANA, Cuba.- En una nueva ofensiva contra los ‘boteros’ (taxistas privados) de la capital, desde el lunes de esta semana el Gobierno ha puesto en circulación una nueva modalidad de taxi rutero de cuatro plazas. El nuevo servicio, asociado a cooperativas privadas, se llevará a cabo bajo los precios establecidos por el Ministerio de Transporte.
La medida intenta poner fin, mediante la competencia, al Acuerdo 185/2016 del Consejo de Administración Provincial, que el pasado mes de febrero disminuyó a 5 pesos el precio del pasaje en algunos tramos de las 30 rutas donde operan los taxistas particulares.
La nueva embestida se comenzó a implementar en la ruta desde La Habana hasta la Lisa con un total de 60 autos nuevos de marca Lada y de fabricación China, según comentó a CubaNet un inspector del transporte, quien agregó que del 25 al 1ro de junio se incrementará la cifra.
Una fuente de la administración en la Cooperativa Número 2, asociada a la nueva medida, explicó que los pagos para trabajar con el taxi están asociados a varios planes de trabajo, sin precisar la cuantía. Uno de los taxistas aseguro que los planes están sujetos a unos 1 200 pesos diarios.
Un “botero” de la avenida 51 que se identificó como Oscar dijo a CubaNet este no es el primer intento del Gobierno por mejorar el transporte en taxis.
“Ellos (el Gobierno) averiguaron cuánto le pagan los ayudantes a los dueños de los carros (1 000 pesos diarios) y pusieron una tarifa igual para hacer competencia. Vamos a ver si le da la cuenta cobrar 15 pesos de La Habana la Lisa (…) Ya eso lo han hecho con las guaguas ruteros y al final se quedan sin piezas de repuesto (…) las calles están malas, todos esos carros nuevos no duran seis meses”, explicó.
Después del intento de bajar los precios del servicio de taxi particular, los cuentapropistas convocaron a una huelga que el gobierno respondió con la toma de las calles por la policía.
Los ‘boteros’ no llegaron a materializar la huelga y el precio del pasaje continuó sin respetar el decreto oficial. Clientes y transportistas coinciden en que la medida forma parte de los intentos del Gobierno por dominar los precios de la transportación de pasajeros y establecer el control sobre el pasaje en taxi.
