LA HABANA, Cuba, 20 de septiembre (Agencias, 173.203.82.38) – Un grupo de intelectuales y artistas de la isla pidieron poner freno a la difusión de canciones “vulgares”, “machistas” y “sexistas”, mientras que un funcionario se refirió a una ley que “regula los usos de la música”, según dijo el diario oficial Granma.
La ensayista y crítica literaria Graziella Pogolotti condenó “la carga machista y sexista de las letras de buena parte de los reguetones”, que son difundidos por la radio, la televisión y en lugares públicos de la isla, incluyendo instalaciones turísticas, dijo Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (único partido, en el poder), en un reporte que reprodujo la Agencia France Presse.
“Hay mucho más que vulgaridad en el reguetón. Hay una profunda falta de respeto a la dignidad de la mujer”, agregó Pogolotti, según el diario Juventud Rebelde.
Los reclamos fueron hechos durante el Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), realizado el miércoles con la presencia de su presidente, el poeta Miguel Barnet; el ministro de Cultura, Rafael Bernal; y el ideólogo del gobernante Partido Comunista, Esteban Lazo.
En el encuentro, el presidente del estatal Instituto Cubano de la Música, Orlando Vistel, anunció que está “en fase de formulación una norma jurídica que regula los usos de la música”.
“Entre los participantes en el Consejo hubo consenso acerca de que la música que conforma el entorno sonoro (…) presenta lamentablemente una evidente carencia de valores que deriva en una amplia gama de vulgaridades”, indicó Granma.
Desde hace más de un año, los medios cubanos, todos bajo control estatal, reflejan críticas hacia los creadores del reguetón, tanto por el contenido de sus canciones, como por la difusión de videos considerados sexualmente atrevidos, dijo AFP.
Esos temas musicales tienen, sin embargo, muchos seguidores entre los jóvenes cubanos y los videos, filmados de forma independiente, pasan de mano en mano, así como las copias de sus discos.
La medida que se anunció para regular la música en la isla es vista por muchos como una forma de controlar no solo el supuesto lenguaje vulgar de las canciones actuales, sino también su contenido, con producciones cada vez más críticas sobre la realidad cubana.