LA HABANA, Cuba.- Al menos seis familias, de un total de 22, continúan plantadas después de que el edificio en el que residían, en Monte 57 entre Agramontes y Cárdenas, en la Habana Vieja, sufriera un derrumbe parcial el pasado lunes. Con las pocas pertenencias que les quedaron, las seis familias aún se encuentran en los bajos del inmueble hasta tanto el gobierno no les brinde una solución a su problema habitacional, según aseguraron.
“Lo único que han intentado es sacarnos de aquí del portal. Vinieron un montón de policías con perros y todo solo para sacarnos por la fuerza, nos han amenazado hasta con meternos presos. Así nos lo dijo el presidente del Gobierno, pero aquí estamos y aquí seguiremos hasta que solucionen esto”, especificó Leidis Rosalía Fernández Ávila, una de las más afectadas.
Según contó a CubaNet, desde el primer instante las autoridades aseguraron que no disponen de ningún inmueble para otorgarles, algo que, afirma, no es verdad.
“Hemos salido a averiguar por todos lados y hay un montón de edificios terminados, pero los tienen cerrados y guardados para los militares, y eso no es justo porque, para dónde vamos a ir nosotros”, preguntó.
Rosalía, perdió, además de su vivienda, todas sus pertenencias, pues todo su patrimonio quedó sumergido bajo los escombros. “Hablamos con los constructores que están sacando los escombros, para ver si podemos encontrar y salvar algo que sirva, pero lo dudo mucho”, lamentó.
A Yuneisi Ramos Dilú el presidente del Gobierno Municipal le había reubicado en una vivienda en ese edificio después de que su antiguo hogar fuera consumido por un incendio. Allí vivía hacía cuatro años y asegura que en varias ocasiones había advertido a las autoridades sobre la posible catástrofe, pero que nunca le hicieron caso.
“Yo vengo de la calle Sol, aquí mismo en la Habana Vieja, y me pusieron de tránsito aquí en un local de este edificio. Yo no sé, esto nada más lo entienden ellos (Gobierno), porque fíjate que me ubicaron en un lugar que está en peligro de derrumbe desde 2015, ahora dime tú quién entiende eso”, se pregunta Yuneisi.
A pesar de que no disponen de alimentos, ni pueden trabajar para ganarse la vida a causa del siniestro que los afectó, las autoridades notificaron a las familias que a partir del pasado jueves debían comenzar a pagar los alimentos que hasta ese momento les estaban ofertando gratis.
“No podemos trabajar, no tenemos nada, ni alimentos ni nada, y quieren que les paguemos la comida, como si nosotros quisiéramos estar así. Todavía no nos han dicho el precio, ni donde debemos ir a buscarla, pero considero que es una falta de respeto hacia nosotros. Lo menos que pueden hacer es darnos la alimentación gratis por un tiempo”, recalcó Virginia Fernández, otra de las afectadas.
Por su parte, Vicente Pérez Rojas alega que las autoridades no han tenido la sensibilidad de preocuparse por ellos, pues asegura que el pasado lunes ocurrió el derrumbe y no fue hasta el miércoles que aparecieron los funcionarios para preguntar sobre las pérdidas materiales.
“Hace dos días que por aquí no viene nadie ni para preocuparse cómo estamos, ayer fue que vinieron a aparecer con una lista para saber qué era lo que habíamos perdido y, sin embargo, no han venido ni con una íntima (almohadillas sanitarias) para las mujeres, lo único que les interesa a ellos es que entremos para el edificio para que no hagamos bulto allá abajo, todo lo que intentan es escondernos, no les importa si morimos o no”, aseguró.
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