LA HABANA, Cuba. – La Asamblea Nacional de Venezuela acaba de aprobar la Ley de Participación Estudiantil en el Subsistema de Educación Básica, que permitiría a estudiantes de nivel medio sustituir a los maestros que continúan en las calles reclamando salarios dignos, pues actualmente devengan entre siete y 23 dólares mensuales.
Con el pretexto de defender el derecho de los estudiantes a organizarse en los consejos estudiantiles, el régimen de Maduro asesta un golpe demoledor al sistema de enseñanza que ha destruido progresivamente desde que asumió el poder.
Varios dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) han justificado la nueva ley con opiniones descabelladas, como que los maestros pueden ser sustituidos por estudiantes que cursan el bachiller o ya se hayan recibido.
Así lo afirmó Jorge Alberto Arreaza, ministro para las Comunas y Movimientos sociales. Por su parte, el diputado Pedro Miguel Carreño propuso hacer un diagnóstico escuela por escuela, para conocer el déficit exacto e intentar aliviarlo no solo con los estudiantes de bachillerato, sino con los maestros jubilados que deseen regresar a las aulas.
Ante el peligro que representa esta iniciativa, la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres) y Padres Organizados de Venezuela, han rechazado firmemente la decisión gubernamental de sustituir a los docentes, alegando que el verdadero objetivo es asegurar el control político y social del estudiantado de educación media, y de la familia venezolana.
Además, han hecho énfasis en que la ley de marras viola el derecho a la libre asociación y participación, al aupar los nuevos consejos estudiantiles por encima de cualquier otra forma de organización del movimiento estudiantil, lo cual obligaría a los alumnos a nuclearse en torno a entidades promovidas por el chavismo.
El sector educacional venezolano ha sido de los más atacados por el régimen de Maduro con la reducción del presupuesto de las universidades, los sueldos misérrimos que devengan los docentes y la desidia que se ha extendido por las instituciones educativas. A ello se suman las cifras de deserción escolar que, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de Venezuela (Encovi), asciende a 190 000 alumnos que abandonaron los estudios entre 2021 y 2022.