MIAMI, Estados Unidos. — Rolando Cubela Secades, excomandante del Ejército Rebelde y ex preso político, murió este martes en Miami a los 89 años víctima de problemas cardiorrespiratorios, informaron a Cibercuba fuentes cercanas al fallecido.
El reporte de ese medio indica que Cubela falleció alrededor de las ocho de la mañana en un hospital de la ciudad donde permaneció ingresado durante varias semanas.
Nacido en la ciudad de Cienfuegos en 1932, Rolando Cubela fue un exdirigente estudiantil reformista y médico que participó en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista como miembro del Directorio Revolucionario fundado por José Antonio Echeverría.
El 27 de octubre de 1956, Cubela formó parte del grupo armado del Directorio Revolucionario que dio muerte a Antonio Blanco Rico, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) de Batista.
El 13 de marzo de 1957 integró el comando que realizó el ataque al Palacio Presidencial de Cuba.
En 1958, Cubela Secades dirigió junto con Faure Chomón el grupo guerrillero que el Directorio Revolucionario estableció en Escambray y coordinó sus acciones con las columnas guerrilleras del Movimiento 26 de Julio que arribaron a la zona en octubre de 1958 al mando del Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos.
Tras el triunfo rebelde de 1959, a Cubela le fue reconocido el grado de comandante de las fuerzas armadas cubanas. En 1959 fue elegido presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en puja con el candidato del ala derecha del Movimiento 26 de Julio, Pedro Luis Boitel.
En 1966, Rolando Cubela fue acusado por las autoridades cubanas de participar en un complot de la CIA para asesinar a Fidel Castro y condenado a 30 años de prisión. Tras ser liberado en 1979, pasó al exilio en España.
El periodista cubano Wilfredo Cancio reseña en Cibercuba que la biografía de Rolando Cubela está “llena de sucesos trascendentales que permanecen aún bajo un manto de hermetismo, entre ellos su vínculo con la Agencia Central de Inteligencia (CIA)”.
Cancio indicó que Rolando Cubela se radicó en Estados Unidos hace alrededor de 20 años y que estableció su residencia en Miami Beach, aunque durante ese período se mantuvo al margen de actividades públicas y del activismo político del exilio.
Por décadas, la propaganda estatal del régimen cubano calificó al excomandante rebelde como un “traidor a la Revolución”, además de destacar sus presuntos vínculos con la inteligencia estadounidense.
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