CIENFUEGOS, Cuba, 26 de mayo de 2013, Alejandro Tur Valladares/ 173.203.82.38.- El pasado 14 de mayo fue un día lúgubre en el Hospital Provincial de Cienfuegos Gustavo Aldereguia Lima a consecuencia del fallecimiento, por negligencia médica, de un bebé en el trabajo de parto.
Reaza González, la mujer que llevaba en el vientre al infante fallecido, había sido ingresada 15 días antes en el área de maternidad del referido centro médico, pues presentaba cifras elevadas de tensión arterial. Para cuando llegó el momento de alumbramiento, la tensión arterial debió estar controlada.
Sin embargo, según la opinión de un especialista consultado que pidió no ser nombrado, dado los antecedentes de la paciente y las probables complicaciones, se imponía realizar una cesárea.
Pudimos conocer que los familiares de la embarazada habían pedido en reiteradas ocasiones a Tamara, la doctora que le trataba, que hiciera cesárea. Sin embargo, la facultativa se negó, aduciendo que todo estaba bajo control.
Durante el alumbramiento surgieron complicaciones. La paciente comenzó a mostrar lecturas elevadas de la tensión arterial y presentar alteraciones de los signos vitales. El monitoreo al que fue sometido la criatura mostró la frecuencia cardiaca elevada.
Para el instante en que la doctora decidió realizar cesárea ya era tarde; la paciente sufrió un Hematoma Retro Placentario (rotura de vasos sanguíneos que provoca la acumulación de sangre entre el útero y la placenta) sobreviniendo la muerte del feto.
La vida de la mamá se vio comprometida y fue necesario trasladarla a la sala de Cuidados Intensivos.
Según la enfermera Rosalía, casos como éste son frecuentes. Aunque las cesáreas son electivas, su implementación depende del criterio médico que debe estar en armonía con la nueva política gubernamental llamada a racionalizar gastos en los servicios médicos, estableciendo que se implementen aquellos tratamientos que resulten menos costosos.