LA HABANA, Cuba, 2 de septiembre (Leonel Alberto Pérez Belette, 173.203.82.38) – Las autoridades acaban de movilizar varias unidades químicas de las Fuerzas Armadas (FAR) para contener la crítica situación epidemiológica metropolitana, mientras los capitalinos se quejan de la insoportable oleada de mosquitos y los medios de prensa oficialistas elogian los “oportunos” recortes implementados por altos dirigentes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Decenas de carros del ejército debieron incorporarse a la fumigación de las calles junto a equipos civiles de la campaña anti vectorial. Las recientes lluvias han contribuido a la proliferación del vector transmisor de la enfermedad.
Hasta ahora las autoridades de salud en la capital alegaban que no existía déficit de químicos destinados a la fumigación, como en pasadas ocasiones, aunque se ha conocido que no fumigaban, simplemente debido a ajustes en la asignación de combustible, acción que los propios médicos ya calificaban de temeraria.
Hace unos años el régimen usaba avionetas rusas Antonov- 2, modificadas con aspersores, pero la posibilidad de que los pilotos usaran las aeronaves para escaparse de la isla, sumado a críticas sobre los insecticidas empleados, dio al traste con el programa.
Fuentes médicas afirmaron que “los casos confirmados de dengue van en aumento, al punto que para evitar contagios algunas instituciones hospitalarias remiten a pacientes, con otras patologías graves, hacia sus respectivos hogares”.
“Lo peor es que, debido al secretismo oficial, en la isla no se llevan estadísticas de quienes ya sufrieron el virus anteriormente y por lo tanto son candidatos a padecer la variante hemorrágica ante una reinfección, sin importar el tiempo transcurrido”, dijo un epidemiólogo que prefirió el anonimato.
Las infernales condiciones de vida en los hospitales provocan que muchos aquejados decidan pasar la enfermedad en sus viviendas bajo un mosquitero, en mejores condiciones que en los propios hospitales.
Además, resulta difícil encontrar en las farmacias antipiréticos-analgésicos, como Dipirona (Metamizol), ya que la aspirina está tajantemente contraindicada.
El dengue es una enfermedad viral aguda, transmitida básicamente por el mosquito hembra Aedes Aegypti (odiado egipcio, según su denominación latina) y en menor medida por el Aedes Albopictus o tigre asiático.
Existen cuatro serotipos y una terrible variedad febril hemorrágica de alta tasa de mortalidad. La forma más eficaz de tratarla es mediante la eliminación profiláctica del vector transmisor; con uso de insecticidas, o la destrucción de los depósitos de agua donde habitualmente éste se reproduce.