MIAMI, Estados Unidos.- El laboratorio estadounidense Moderna dijo este lunes que su fórmula de vacuna contra el COVID-19 ha mostrado una eficacia de 94.5% en los resultados preliminares de la fase 3 de estudios, luego de detectarse 95 infecciones entre los voluntarios participantes de los ensayos, de los cuales la gran mayoría pertenece al grupo que recibió un placebo: solo cinco de los contagiados había recibido la fórmula real.
Según informó la agencia de noticias AP, Moderna detalló además que una vez descongeladas, sus dosis pueden durar más tiempo en un refrigerador de lo que se pensaba inicialmente, hasta 30 días, lo que facilitaría la logística de distribución.
Para el presidente de Moderna, el Dr. Stephen Hoge este es un “hito realmente importante”, pero lo más tranquilizador es tener resultados similares de dos compañías diferentes, aseguró tras la noticia de su competidor Pfizer la pasada semana, cuando anunció que su propia vacuna COVID-19 tenía una eficacia de más del 90%, lo que sitúa a ambas compañías a las puertas de solicitar en semanas un permiso para su uso de emergencia en los EEUU.
“Eso debería darnos a todos la esperanza de que realmente una vacuna va a ser capaz de detener esta pandemia y con suerte nos devolverá a nuestras vidas. No será sólo Moderna la que resuelva este problema. Va a requerir muchas vacunas” para satisfacer la demanda mundial, expresó Hoge a AP.
Creada con los Institutos Nacionales de Salud, la vacuna de Moderna está siendo estudiada en 30 000 voluntarios, y entre los 11 casos graves de las 95 infecciones, todos pertenecían al grupo de placebo. Así mismo, no se detectaron problemas de seguridad significativos.
De acuerdo al informe, los principales efectos secundarios fueron fatiga, dolores musculares y dolor en el lugar de la inyección después de la segunda dosis de la vacuna, lo que Hoge caracterizó como más común que con las vacunas contra la gripe, pero a la par de otros como la vacuna contra el herpes.
Entre los 11 candidatos en las últimas etapas de pruebas alrededor del mundo, cuatro de ellos en enormes estudios en los EEUU, se encuentra la vacuna de la compañía de Cambridge, Massachusetts. Y tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer-BioNTech son las llamadas vacunas de ARNm, una nueva tecnología.
Estas no están hechas con el coronavirus en sí, reza el anuncio, lo que significa que no hay posibilidad de que alguien pueda contagiarse con las inyecciones. En su lugar, la vacuna contiene un trozo de código genético que entrena al sistema inmunológico para reconocer la proteína punzante en la superficie del virus.
En Estados Unidos los casos de coronavirus alcanzaron los 11 millones en los últimos días, de ellos un millón fueron registrados apenas en la última semana.
La pandemia, cuyos primeros casos en Estados Unidos se dieron entre febrero y marzo, ha matado a más de 1.3 millones de personas en todo el mundo, y más de 245 000 de ellas en territorio estadounidense.
Por su parte, dijo AP, aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) permitiera el uso de emergencia de los medicamentos de Moderna o Pfizer, habría suministros limitados hasta final de año. Las dos vacunas requieren dos dosis separadas por varias semanas.
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