MIAMI, Estados Unidos. – La cadena hotelera española Meliá Hotels International ha asegurado en los últimos días que no regenta ninguna propiedad que haya sido confiscada con el régimen de Fidel Castro y que continuará operando con normalidad en la isla pese a la inminente entrada en vigor del título III de la Ley Helms-Burton.
El anuncio de la compañía mallorquina responde a una supuesta demanda que presentarán los herederos de Rafael Lucas Sánchez Hill, quien fuera dueño de una finca confiscada a inicios de los años 60, cuyos terrenos fueron ocupados por una zona hotelera.
“Confirmamos la no-propiedad de Media de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación tras su expropiación en la década de 1960”, declaró la empresa luego de que comenzar a circular especulaciones sobre demandas en su contra.
La cadena anunció, además, que en caso de “dirigirse alguna reclamación contra algún hotel”, su rol sería el de “meros gestores hoteleros”.
Pese a las pruebas sobre la presencia de Meliá en la propiedad, el abogado de la familia Sánchez Hill, Nicolás Gutiérrez, dijo a la agencia Efe que aún no han decidido si interpondrán la demanda en EEUU.
Sin embargo, el jurista advirtió que la compañía española posee “bienes dentro de la jurisdicción estadounidense”, entre ellos dos hoteles en la zona de Miami, que, de proceder la demanda en EEUU, podrían valer para resarcir a los herederos de Sánchez Hill.
Meliá es la cadena hotelera con mayor presencia en Cuba. Allí cuenta con 34 instalaciones, localizadas en Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Largo, Cayo Santa María, Holguín, La Habana, Santiago de Cuba, Varadero, Camagüey y Cienfuegos.