MIAMI, Estados Unidos. – Familiares del joven de 29 años Israel Gómez, una de las víctimas del hundimiento de una lancha con migrantes cubanos al norte de Bahía Honda, aseguraron a Radio Televisión Martí que no contaron con ayuda de las autoridades cubanas para recuperar el cadáver de su ser querido.
Erik Gómez y Yuraisi Ramos, hermano y esposa de la víctima, respectivamente, tuvieron que comprar combustible y pagar a un pescador tres días después de la tragedia para buscar el cuerpo sin vida de Israel, el cual encontraron en una playa cercana al lugar del hundimiento.
“Tuve que buscar una lancha en este país y comprar petróleo, el Gobierno no me ayudó a nada. Yo tuve que hacerlo todo. Cuando lo encontré, lo tapé con matas y cuando lo llevé al cementerio, fíjate si había peste, que nadie podía estar ni en la carretera”, dijo a Radio Televisión Martí el hermano de la víctima.
Según el joven, el cuerpo de su hermano se encontraba muy golpeado y tenía una herida abierta en la espalda. Con antelación, los sobrevivientes de la tragedia habían indicado que, tras el impacto de la lancha de Tropas Guardafronteras contra la embarcación, Israel había caído al agua y había sido herido por la propela de uno de los barcos.
“Yo no tuve valor para virarlo cuando lo encontré. Cuando lo viré aquí, en el cementerio, estaba desbaratado. Me lo mataron”, dijo Erik.
De acuerdo con fuentes familiares Israel dejó huérfanos a una niña de dos años y a un varón de siete.
El pasado lunes, Dilaidys Ramos Crespo, una embarazada sobreviviente del trágico crimen, dijo al canal AméricaTeVé que tras montar en la embarcación con rumbo a Estados Unidos los guardafronteras le la Isla procedieron a neutralizar los motores de la lancha, antes de embestirla.
“Nos atacaron y neutralizaron los motores”, contó Ramos Crespo. “Inmediatamente nos atacaron por el lado y nos dijeron que nos iban a partir al medio y así mismitico fue. Nos fueron arriba con todo, a matarnos. Ellos no tuvieron compasión ninguna con nosotros”.
Tras el impacto y la caída al agua, los migrantes empezaron a gritar por la embarazada y la bebé de dos años que finalmente murió ahogada. “Ellos [los guardafronteras] no hicieron nada, nos gritaron a nosotros que quién nos había mandado a montarnos, que por qué nosotros no habíamos pensado las cosas antes de hacerlas. En ningún momento hubo ninguna ayuda por parte de ellos, porque a ellos no les interesaba nada”, reveló Ramos Crespo.
“Entre nosotros mismos tuvimos que ayudarnos para poder subirnos a la embarcación [de los guardafronteras], pero no porque ellos nos brindaron ninguna ayuda, como si nosotros fuéramos animales”, agregó.
Héctor Eduardo Meizoso, otro de los migrantes y esposo de Ramos Crespo, indicó que los militares cubanos “no tuvieron escrúpulos”.
“Eso fue la cosa más triste de la vida que pueden haber hecho esas personas. No hubo necesidad de haber hecho eso. Estábamos parados en el puesto y nos partieron la lancha al medio. (…) Nosotros, los familiares, fuimos rescatando a las personas y empezamos a subirlos poco a poco porque ni nos ayudaron”, dijo.
El pasado lunes también trascendió el testimonio de Diana Meizoso, otra de las sobrevivientes del hundimiento y madre de la bebé de dos años fallecida. La cubana aseguró que la embarcación destruida había sido atacada por los guardafronteras de la Isla y desmintió que hubiera sido un accidente, como informó el Ministerio del Interior (MININT) el pasado sábado.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.