LA HABANA, Cuba. — La política implementada en Cuba durante las décadas del sesenta, setenta y ochenta del pasado siglo, que ofrecía beneficios a los que decidían casarse, ha dejado una marca significativa en la sociedad hasta el día de hoy. Con promesas de fines de semana en hoteles, bonos de cerveza, entre otros, muchos optaron por contraer matrimonio sin tener en cuenta el verdadero compromiso que implica esa institución.
El matrimonio por acuerdo llegó a convertirse en un negocio pues era la única forma para poder reservar un hotel por tres días, comprar cinco cajas de cerveza y un cake, bonificaciones que otorgaba el palacio de los matrimonios a los recién casados. Posteriormente, estos bienes eran vendidos en el mercado informal, la pareja se divorciaba y volvían a contraer matrimonio pasado un cierto tiempo.
Aunque la realidad actual en la Isla no es muy diferente a la de aquellos años, después de la caída del campo socialista, estas y otras prebendas desaparecieron.
Hoy, Cuba se enfrenta a una profunda crisis económica que ha llevado a muchos cubanos a buscar alternativas para mejorar sus condiciones de vida. Uno de los caminos más procurados actualmente es obtener la ciudadanía española a través de la presente Ley de Memoria Democrática, también conocida como “Ley de Nietos”.
Sin embargo, el Consulado General de España en La Habana ha implementado un criterio de aplicación más exigente en cuanto a la acreditación del estado civil de los progenitores de quienes optan a esta ley.
Elena González, cuya hija se presentó por la nueva ley, dijo a CubaNet: “Yo me casé con un amigo por la cerveza y el hotel hace años, después me divorcié. En ese momento estaba embarazada de mi hija mayor, la cual nació dos meses después del divorcio. El consulado le requiere para acreditar mi estado civil el certificado de notas al margen de la inscripción de mi nacimiento, pero en el registro civil no se lo quieren expedir”.
“Estoy desesperada, en caso de que lo logré hasta los apellidos de mi actual esposo, su padre, los perdería, todo por unas cajas de cerveza, pero lo importante es que ella tiene que salvarse”, sostuvo la mujer refiriéndose a cómo escapar de la Isla.
Los hijos de aquellos que se casaron sólo por los beneficios estatales de antaño se encuentran ahora con obstáculos adicionales para obtener la ciudadanía española. El proceso, ya de por sí engorroso y burocrático, se complica aún más pues, en ocasiones, necesitan presentar documentación que los registros civiles cubanos se niegan a expedir en algunos territorios del país, como es el caso de la Certificación de Notas Marginales al Nacimiento.
La falta de autenticidad en estas uniones ha llevado a un mayor escrutinio por parte de las autoridades españolas. Los solicitantes de ciudadanía deben demostrar un vínculo genuino con España a través de su ascendencia o matrimonio, y los hijos de aquellos que se casaron repetidamente por meros beneficios podrían verse afectados.
“Ya soy español, pero mi hijo mayor no se puede presentar por esta ley porque mi mujer estaba casada con otro hombre cuando él nació. Fue un matrimonio arreglado para poder vender una vivienda que ella había heredado”, señaló Osniel Díaz, otro perjudicado.
La situación se ha convertido en un dilema para aquellos cubanos que quieren un boleto más seguro en su búsqueda hacia la libertad.
A continuación, compartimos el enlace con los requisitos que demanda el Consulado de España en La Habana para optar por la ciudadanía Española.