LA HABANA, Cuba. – Desde el centro penitenciario de máximo rigor de Kilo 8, en Camagüey, el recluso José Carlos Archel Dorticós denuncia que fue trasladado lejos de su provincia de residencia desde hace más de ocho años.
Por medio de una llamada telefónica Archel Dorticós señaló que tiene 38 años de edad y es natural de la localidad de Yaguajay, en la costa norte de la provincia Sancti Spíritus. Agregó también que se encuentra encarcelado desde el 21 de diciembre de 2009, condenado a 13 años de privación de libertad por los delitos de robo con fuerza, robo con violencia y hurto, si bien sostiene que solamente es culpable del último. Según indicó, su transgresión fue robar junto con otras personas unos patos y una gallina de una granja estatal.
El prisionero detalló que hace más de ocho años, el 3 de marzo de 2014, fue trasladado desde la prisión Nieves Morejón, en su provincia de residencia, hacia la cárcel de Canaleta, ubicada en la provincia Ciego de Ávila (ambas de máximo rigor), y posteriormente, el 8 de agosto de 2017, fue transferido nuevamente, en esa ocasión para Kilo 8, en la provincia Camagüey, donde permanece hasta el presente.
De acuerdo con sus afirmaciones el jefe de la prisión de Kilo 8, teniente coronel Juan Miguel Sánchez Duarte, le ha repetido que está en disposición de permitir el traslado; no obstante asegura que es en el centro penitenciario espirituano donde se niegan a aceptarlo.
Archel Dorticós hizo énfasis en que procede de una familia humilde y sus padres no pueden visitarlo desde hace cinco años debido en primer lugar a la distancia, luego al aislamiento decretado durante la pandemia de COVID-19 y en la actualidad a causa de la crisis que atraviesa el país. De igual modo lamentó que se encuentra alejado de sus dos hijas menores de edad y de su único hermano y demás familiares.
El prisionero, quien además reveló haberse contagiado dos veces de COVID-19 en Kilo 8, resaltó que desde el 19 de septiembre del presente año permanece en celda como medida de seguridad en espera de su traslado.
Denunció también que el teniente coronel Juan Miguel Sánchez Duarte lo ha amenazado con aplicarle el régimen especial si no sale de la celda. Esto significaría pasar dos años vistiendo el uniforme naranja, con acceso restringido y monitoreo de sus comunicaciones telefónicas, y lo que es peor: perder el derecho a ser considerado para cambiar al régimen de mínima severidad.
El traslado de prisioneros hacia otras provincias es práctica frecuente en la Isla a pesar de que en el Reglamento de Cárceles y Prisiones se establece un límite para la distancia a la que pueden permanecer los reclusos de sus domicilios.
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