MADRID, España.- La cubana Elizabet Coba Proenza, residente en Baracoa, provincia de Guantánamo, no tiene medicamentos para atender a su hijo. Además, el niño no cuenta con la alimentación ni siquiera básica, pues las condiciones económicas de la familia no se lo permiten.
Su hijo tiene siete años y sufrió una parálisis cerebral, tiene deformación digestiva y padece de asma crónica y epilepsia.
“El medicamento con el que él se mejora un poco del asma es el ketotifeno, pero no está viniendo a la farmacia hace meses. No sé de qué forma se puede mejorar sin ese medicamente”, dijo a CubaNet Coba Proenza, quien además explicó que ha probado con remedios caseros de todo tipo, pero sin resultados.
“Como no está viniendo a la farmacia tampoco aparece por fuera —el mercado negro— y cuando aparece vale un dineral”, señaló.
La última vez que pudo conseguir el ketotifeno en la farmacia, hace más de dos meses, solo “vinieron 20 tableticas, pero el tratamiento es uno por la mañana y otro por la noche”, dijo Elizabet Coba.
Gracias a algunas personas que alguna vez le han regalado uno o dos se los ha podido suministrar, “pero ese no es el tratamiento”.
Las mismas dificultades tiene para conseguir prednisona o salbutamol.
Sobre la difícil situación alimentaria en la vivienda, explicó que desde diciembre pasado ya no le dan leche al niño por la canasta básica, que era lo único que a él le apetecía tomar.
La leche tampoco pueden conseguirla a través de los revendedores por los precios exorbitantes en que se encuentra, dijo esta señora, cuyo esposo no puede trabajar por indicación médica.
“Lo único que le dan al niño por su dieta especial es el pedacito de pollo”, denunció Elizabet Coba Proenza.
“Esto es increíble. Pasando trabajo, así vivimos”, lamentó la mujer.