MIAMI, Estados Unidos.- El actor Luis Alberto García ha publicado fuertes declaraciones en las que critica discurso del presidente Donald Trump del 16 de junio en Miami, cuando anunció la nueva política de Washington hacia La Habana.
Refiere la web oficialista Cubadebate que García se describió como un “mambí incómodo, insurrecto, siempre irredento”, dispuesto a “decir lo que piensa, sin presiones ni sugerencias” sobre el acto celebrado en “un teatro de La Florida”.
El protagonista de La vida es silbar, Clandestinos, Viva, entre otros largometrajes, así como de la serie de cortos de Eduardo del Llano donde interpreta al personaje de Nicanor O’Donnell, dijo sobre lo acontecido en Miami: “No me gustó la locación, ni el nombre de la sala, ni el casting, ni la figuración, ni el contenido del libreto, ni la dramaturgia, ni las actuaciones, ni la labor de los asesores históricos (imagino que los hubo), ni la escenografía, ni la música. Los departamentos de vestuario y maquillaje funcionaron bien”.
El artista añade que no es posible estar de acuerdo con el mismo grupo que “hostiga y trata de rendir por hambre y más miseria a su gente”, sin mencionar, por otra parte, las carencias que son responsabilidad del Gobierno cubano.
“Se me antoja desde todo punto de vista, imposible, prestarle atención a un grupo de cubanos que asegura querer lo mejor para su gente y que pretenda hacerlo bajo una bandera y un himno que no son los de su país de origen. Está raro eso. Muy raro. No va conmigo. Hiede a anexionismo a 90 millas de distancia”, señaló.
“Que el grupo de actores y extras en aquel ‘motivito’, además, vitoree la vuelta a la larga noche de bravuconerías y ukases imperiales de Goliat contra David, asusta y lo descalifica por completo en sus esperanzas de incidir en la vida futura de su pueblo. Los pueblos tienen memoria de elefante. Y el odio es mala hierba”, añadió.
Con Barack Obama “las cosas iban, lentas, pero iban” en un proceso en el que, además, el actor alaba el papel de Raúl Castro.
Afirmó que “ahora nos regresaron al ‘stop motion’. Al dominó trancado con los dos equipos llenos de fichas gordas. Porque si Goliat se pone guapo, por muy grande que sea, David no come miedo. Como siempre ha sido”.
Según el actor, “hay muchas cosas buenas que le emocionan de su tierra”, como mismo hay “otras muchas” que no le “agradan”.
Dijo también que “caben todos los nacidos bajo las palmas reales y sus descendientes, más allá de sus posturas ideológicas o políticas, siempre y cuando piensen y defiendan de corazón, con hidalguía y sentido común, lo que será mejor, de verdad, para todos los cubanos”.
Por último aseguró que “no le gustaría en absoluto” que Raúl Castro “intentara bailar en casa del Trump”.
“No lo ha hecho. Y no lo hará”, aseguró, en referencia al mandatario cubano. Dijo que y que tampoco querría que “el Trump” quisiera “dirigir las coreografías” en su casa.
Su mensaje termina con una postdata: “Y ahora, vengan a por mí los talibanes de todas las denominaciones. Estoy listo”.